La llegada de la primavera será especialmente dura para el 25 por ciento de la población de Baleares, un porcentaje que sufrirá rinitis alérgica de forma intensa, según ha alertado los especialistas, quienes han señalado la necesidad de adoptar medidas que minimicen los síntomas en la medida de lo posible. La rinitis es uno de los principales síntomas alérgicos con los que nos encontramos en los meses de primavera. Ésta se define como la inflamación de la mucosa nasal caracterizada por uno o más de los siguientes síntomas: congestión nasal, rinorrea, estornudos o picor nasal. Aproximadamente el 50% de las rinitis son de tipo alérgico y son debidas principalmente a una respuesta inmunitaria mediada por IgE (La IgE es el anticuerpo producido en las reacciones alérgicas y en las reacciones de defensa vs. infecciones parasitarias. Las personas alérgicas frecuentemente tienen niveles muchos más altos de IgE en su sangre que los no alérgicos. Sin embargo algunos alérgicos tienen valores normales de IgE en su sangre y puede también haber gente con IgE elevada en su sangre sin ser alérgica) frente a alergenos como ácaros, pólenes, epitelios de animales u hongos ambientales. La rinitis alérgica es una enfermedad que afecta entre 3 y un 19% de la población; cifras que en los últimos años estamos viendo que van aumentando. En Baleares sabemos que afecta al 25% de los ciudadanos debido principalmente a los ácaros del polvo, pero ahora que está a punto de empezar la primavera debemos prestar atención sobre todo a los pólenes. En ocasiones estos síntomas se pueden acompañar de sensación de falta de aire, opresión torácica o sibilancias (“pitos”), que es a lo que se denomina asma bronquial. Aunque tiene una mayor incidencia en la época primaveral, la rinitis se desarrolla casi todo el año y desde el Centro de Patología Alérgica de Baleares de la USP Palmaplanas advierten que esta primavera se espera que la incidencia sea intensa. Los pólenes son gránulos microscópicos que tienen una función reproductora en las plantas. Los más alergénicos son los que se transportan por el aire (anemófilos). En las Islas, dependiendo de la época del año, predomina un tipo diferente de polen siendo los más importantes el de ciprés (enero-febrero), parietaria conocida como “Morella roquera” (marzo-abril-mayo), olivo (marzo-abril) y gramíneas (abril-mayo). Esta patología es la más importante de las que afectan al aparato respiratorio durante esta estación. El doctor Pujadas destaca la necesidad de prevenir estos síntomas que suelen acompañarse de sensación de falta de aire, opresión torácica o sibilancias (“pitos”), que es a lo que se denomina asma bronquial. Además de la prevención es importante que el paciente se someta a un tratamiento sintomático y a otro específico. En caso de presentar síntomas los pacientes polínicos deben prevenir y evitar el contacto con el polen. Para ello es importante conocer el polen al que se es alérgico y su época de polinización, tener en cuenta que hay menor concentración de polen en el interior de los edificios y cerca del mar y, por último, conocer que los peores días son aquellos de viento, secos y soleados. Por su parte, la doctora Tovar, también del Centro de Patología Alérgica, aconseja mantener las ventanas del dormitorio cerradas, viajar con las ventanillas del coche cerradas, evitar salidas al campo en la peor época y utilizar gafas de sol. El tratamiento sintomático se basa en el uso de antihistamínicos, colirios oculares y sprays nasales con corticoesteroides. En caso de acompañarse de asma se suelen utilizar los inhaladores de rescate, de corticoesteroides, de combinación de ambos o puede tratarse con inhibidores de los receptores de los leucotrienos. Pujadas matiza que estos tratamientos no curan la enfermedad, simplemente la alivian. Por último cabe destacar el tratamiento específico, que son las denominadas vacunas alergénicas. Dicho tratamiento consiste en la administración progresiva y creciente de los pólenes que producen alergia al paciente; de hecho es el único tratamiento curativo de la enfermedad. En todo caso se recomienda que en caso de presentar estos síntomas sea visto por un especialista en Alergología que orientará acerca del tratamiento más adecuado para cada caso.




