El divorcio entre los jefes de Servicio de Son Espases y el Ib-Salut es un hecho. La intención de la Administración sanitaria de implantar nuevas fórmulas de gestión en el hospital ha contado con el rechazo mayoritario de los médicos, quienes se niegan a que “se hagan experimentos mientras siguen sin resolverse los temas básicos”. De hecho, en fuentes médicas se ha dejado claro que es incongruente que se pretenda abordar cambios en la gestión en unos momentos en los que el centro hospitalario está funcionando con tantos problemas, por lo que han dejado claro que no se sentarán a hablar de este tema. Y es que, mientras el sistema informático está provocando un caos en el ámbito de la gestión y los datos clínicos y “las listas de espera pueden ser desmesuradas, pretenden implantar nuevos sistemas, con los que, además, estamos en contra”. De hecho, hace unos meses el Sindicato Médico de Baleares alertó de la intención del Ib-Salut de implantar los institutos clínicos en todos los hospitales de Baleares, una fórmula que calificaron de “un sistema más de esclavitud para el médico”. Estos institutos están pensados, tal y como ha señalado el Sindicato Médico de Baleares para “suprimir los actuales servicios médicos y poder hacer y deshacer a su antojo”, una opinión que comparte la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que ha dejado claro que estas nuevas formas de gestión “se están extendiendo por España, con distintos nombres pero con el mismo contenido” y que van a suponer “alterar las condiciones laborales del médico, un sistema más de esclavitud para el facultativo siempre y cuando no sea éste quien los dirija y coordine”. Este rechazo reafirma la postura adoptada en su momento por el Sindicato Médico de Baleares, en el sentido de que estos nuevos organismos, de los que “se desconoce la figura jurídica que amparará su funcionamiento”, son la fórmula para ‘desencorsetar’, un vocablo que ya se utilizó “cuando se pergeñaron las mal llamadas ‘nuevas formas de gestión’, y al final tuvieron que desandar el camino y someterlas a la ley de contratos de las administraciones públicas, a los controles del gasto propios de los organismos públicos y estatutarizar a sus empleados”. Cambiar la denominación de los servicios médicos para convertirlos en institutos, “no dejaría de ser mero verbalismo, pero mucho nos tememos que estos engendros de los círculos gerenciales, en realidad esconden simples objetivos: poder designar y cesar a su antojo a los jefes y ahorrar, con el señuelo de que se concederá como productividad a los profesionales una pequeña parte de lo que, a costa de la atención a los pacientes, deje de gastarse”, según la organización sindical en las Islas. De hecho, el Sindicato Médico de Baleares teme que detrás de estos institutos se esconda la intención de “ahorrar a costa de los derechos de los profesionales en guardias, horarios, conciliación de la vida laboral y familiar o cualquier otro tema”. En consecuencia, y dada la situación que se está creando, la organización sindical deja muy clara su postura y señala que “deben saber quienes gestan, con oscurantismo, estos entes que no toleraremos pasivamente recortes en los derechos de los pacientes ni de los profesionales, y muy a nuestro pesar la conflictividad estará servida”. Mientras tanto, los gerentes hospitalarios ya han dado el primer paso para su puesta en marcha, lo que ha añadido un plus de malestar entre los profesionales y el Ib-Salut, hasta el punto de que hay quien apunta que los jefes de Servicio de Son Espases están a punto de dar un ultimátum a los responsables del Servicio de Salud de Baleares.
