Ya pueden ponerse como les salga lo que no sé yo tienen donde corresponde, pero ahora los dependientes que no reciben las correspondientes prestaciones son un veinte por ciento, algo que no debería suceder, por supuesto, pero es que cuando el pacto de izquierdas abandonó el gobierno, y esperemos que sea para siempre, porque tanta calamidad no nos la merecemos, el porcentaje era de un cuarenta por ciento. Así que los de la izquierda, nacionalistas, comunistas socialistas y restantes amiguetes, lo mejor que pueden hacer es cerrar su boca, porque de tanto rencor que almacenan acabarán por envenenarse, si es que ya no lo están, que es lo más probable.
Por mucho que les duela, y les duele, vaya si les duele, con el gobierno del presidente José Ramón Bauzá, este fascista que quiere acabar con la autonomía de Balears, con su lengua y con no sé cuántas cosas, los dependientes han visto reconocidas sus prestaciones en una proporción muchísimo más elevada que en los tiempos del gran presidente Antich, alguien que nunca hizo nada por nadie y que ahora se rasca la barriga, sin hacer nada, en el Senado. Eran los tiempos en los que la presidenta del Consell, Francina Armengol, se dedicaba a destrozar la institución y a destrozar a su partido, el PSIB. Todavía sigue con su trabajo, porque esta señora es peor que una granizada en un sembrado a punto de recoger la cosecha. También estaba la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, que solo se dedicó a mantenerse en el caro. Ninguno de los tres se dedicó a los dependientes. Los ignoraron, cosa que siempre han sabido hacer muy bien. Seguramente es lo único que saben hacer bien.
Ha sido el gobierno del PP, el gobierno de José Ramón Bauzá, sí señores, el gobierno de José Ramón Bauzá, el que ha empezando a arreglar las cosas. Sí, amados míos de la izquierda, el gobierno de Bauzá, cosa que ya digo que les duele, pero no les va a quedar otra que aguantarse, porque la realidad está presente y ahora los dependientes reciben sus prestaciones. Con Antich recibieron muchas buenas palabras, pero euros, lo que se dice euros, ni uno.
En Balears tenemos la puñetera mala suerte, la desgracia, de haber sido gobernados por el pacto de izquierdas un reino de Taifas donde lo que se pretendía era sólo cada partidillo estar bien y cómodo y repartirlo de mala manera y endeudarse. Ha sido tal desastre que he decidido hacer una novena a Santa Rita para que jamás vuelva a ocurrir, porque si ahora vuelve Aremengol, acompañada por el de la coleta, aquí puede suceder cualquier cosa, ninguna buena.
Con lo de la dependencia, Joserra ha dado un ejemplo de lo que es gobernar, y los de la izquierda se han quedado con dos palmos de narices, rabiando por no haber sabido hacer o no haber querido lo que el gobierno de Bauzá sí está haciendo, que dar a los dependientes lo que en justicia les corresponde.
Los amigos de la izquierda nunca lo hicieron, porque por encima de todo son eso, unos amigos de NADIE.
