Para empezar les seré franco (con minúscula) lo del alivio penal me suena a grosería. He consultado el diccionario de la RAE y ninguna de las varias acepciones tiene relación con el derecho o la justicia. La expresión “aliviar a un reo” me suena francamente mal.
El conocido facha don Antonio Machado, es el autor de la célebre frase la verdad es la verdad dígala Agamenón o su porquero. Pues como el premier Sanchez no quiere (supongo) aliviar a Puigdemont y cuatro mil más, bastaría que donde pone alivio lo sustituya por amnistía. Lo que está preparando es realmente una amnistía que no cabe en el ordenamiento jurídico español.
La Constitución prohíbe, de forma expresa, los indultos generales, que no es una cosa diferente a un alivio general llamado también amnistía. Lo que de verdad me molesta del premier Sánchez con este proyecto de ley, no es que se haga con un gobierno en funciones que ha perdido las elecciones, ni que nos haya mentido, ni que lo haga desde la necesidad y se baje los pantalones (paso previo recomendable al alivio, por cierto) hasta los tobillos. Ni que juegue a ser Dios amnistiando a uno si pero a otro no. Lo que me molesta de Sánchez es que compare la situación de 1977 con la actual.
La gente que puede aún vivir por razón de la edad y que vivió en primera persona la amnistía, que fueron amnistiados después de ser apalizados en las comisarías de la dictadura y condenados por el legendario TOP, después convertido en Audiencia Nacional, no se merecen que les traten así. Mucha gente del PSOE (Nicolas Redondo, uno por muchos) sufrió la represión y ahora verían como este infame personaje que preside el gobierno, da el mismo trato a los que lucharon por la democracia con palizas y encarcelamientos injustos con unos señoritos que se han saltado la Ley, han hecho un cucurucho con la Constitución y este tipejo llamado Sánchez-Castejón les ríe las gracias ya que necesita que un cobarde le concede cual señor feudal unos votos. Nicolás Redondo (padre) no merece ser tratado como Puigdemont. Uno era un demócrata represaliado y el otro un tipejo cobarde huido en un maletero por miedo a ser visto en su huida.
Pero saben, otra cosa me duele más, que amigos que militan desde siempre en la izquierda justifiquen y hagan de palmeros de esa atrocidad; que les parezca bien, ya no hablo del trombonista Cosme Bonet ni del Almirante Hila que son personas de escasas luces que legislatura a legislatura se sacan una paguita pública a nuestra costa (me gustaría que en un acto de transparencia exhibiesen su vida laboral). Hablo de gente seria, formada y con criterio que su opinión siempre valoro y la tomo en consideración. Para mí es muy triste. En la izquierda hay gente que vale mucho pero ha sido represaliada por su partido o no tienen ánimo para pelear por la esencia del PSOE.
Como es muy triste que gente que ha protagonizado la historia contemporánea y con los que en su día fuimos muy críticos, ¿recuerdan cuando Pablo Iglesias echó cal en el Congreso? Pues esa gente es la que pide que no se cometa la atrocidad que cometerá el premier. Incluso gente que estuvo en lo que estuvo está contra eso.
Creo que una solución a muchos de los problemas que sufrimos los ciudadanos tras las ocurrencias de nuestros líderes se resolvería si su coste consecuencia del desaguisado fuese personal para el político. De hecho algunos Juzgados ya imponen multas diarias a algún alcalde, a pagar de sus fondos, cuando no cumple intencionadamente el plazo de remisión de un determinado expediente. Les pongo un ejemplo sencillo de andar por casa.
Enseñat, a la sazón Presidente del Consell de Mallorca, ahora lo ha dejado y se dedica a Dios sabe que con el curriculum que le precede, una mañana decidió que quería recuperar la concesión del Túnel de Sóller. Esta idea u ocurrencia política es porque venían elecciones y había que hacer algo de provecho para los mallorquines, provecho se ha visto que no es la palabra correcta.
Los funcionarios hacen un sesudo expediente que no adolece de ningún defecto aparente, todo impecable y con informes jurídicos que le dan una mano de laca de legalidad. El señor Enseñat llega un dia tarde a la foto pues la concesionaria burlándose de él abrió las barreras y aceptó la gratuidad un dia antes, ridículo y papelón del tal Enseñat.
Se recurre ante los Tribunales de Justicia y estos, deciden que no había justificación para rescatar la concesión. ¿Cuál ha sido el problema? La idea de Enseñat. Los funcionarios del Consell hicieron bien su trabajo, el expediente seguro que es inmaculado, el problema es la idea de bombero de rescatar unos años antes una concesión que está a punto de vencer. Consecuencia, los mallorquines tenemos que pagar una millonada por la ocurrencia del señor Enseñat.
En situaciones como esta ¿no debería ser el político de turno quien asumiera el perjuicio a los ciudadanos? Un Arquitecto al que se le cae una casa, por ejemplo, debe indemnizar al cliente, como todos los profesionales. ¿Por qué los políticos tienen este privilegio?
En fin y, en consecuencia, en acabando lo hago como la semana pasada, citando a Unamuno, me duele España.
Lo que no puedo es dejar de reírme con lo del alivio de penal…