Toda esta hecatombe que tenemos encima no nos puede hacer perder el norte a todos los autónomos/empresarios sobre lo que somos, Emprendedores. Lo somos en los buenos tiempos porque vemos oportunidades y vamos a por ellas, también lo somos en las malas épocas porque sencillamente no hay más genitales que hacerlo y ahora después de tantos meses de recibir por todos lados tenemos que volvernos a plantear quienes somos realmente.
Hay que luchar por lo nuestro, faltaría más, pero también tenemos que pensar en otros escenarios, pensar en reconvertirnos, intentar abrir nuevas líneas de negocio, conseguir alianzas, mejorar nuestra marca personal y la de nuestros negocios. Es complicado, algunos no podrán o no llegarán a tiempo, pero hay que intentarlo, la opción de que el Estado nos salve ya es casi una utopía, como mucho nos dará alguna “ayuda” insuficiente para mantener nuestras empresas, entonces es cuando tenemos que pensar en aquello que nos funcionó, volver atrás para redefinir nuestros negocios o si lega el caso cerrar ya, porque aguantar lo inaguantable sólo trae más miseria.
Hay que recuperar esas ganas que hemos tenido todos cuando empezábamos nuestras carreras, cuando todo eran inconvenientes, pero encontrábamos soluciones, cuando nos daban con la puerta en las narices todos los bancos, pero al final encontrábamos un hueco para poder salir adelante. Lo hemos hecho otras veces, esta vez el reto es enorme, pero no lo lograremos si no nos volvemos a poner el traje de emprendedor, hay que salir a ofrecer lo que tenemos, utilizar las redes sociales de la manera más provechosa y pensar que el Gobierno ha desaparecido porque realmente para nosotros, es casi un hecho.
Nos han vuelto a dividir, entre malos y buenos, los que no pasan pena económicamente y los que lo pasamos serios apuros para sobrevivir, los que cumplen y los que se lo pasan todo por el forro, han dejado que la situación se vaya totalmente de las manos, el Gobierno en definitiva ha roto el acuerdo que tiene que tener con los ciudadanos, nosotros le damos nuestro dinero y ellos con ese dinero hacen que el país funcione y que los problemas sean menores, ahora sólo sigue funcionando la primera parte de este trato, en la que nosotros seguimos pagando, sin recibir apenas nada.
Si alguno piensa que por escribir un artículo como este, puedo perder un ápice de crítica sobre las reivindicaciones y denuncias que hago de todo este desastre continuamente, se equivoca, pero lo que tampoco puedo hacer es perder la fe en nosotros, en los emprendedores, en los que un día decidimos luchar, apostando por un sueño, por vivir de una manera diferente, porque sigo confiando que muchísimos podemos lograr salir adelante, pero también es necesario un poco de ánimo de los nuestros, no podemos seguir cabreados todo el rato.
Seguiremos luchando por es quizás lo único que sabemos hacer, pero no lo duden ni un por un momento, NO OLVIDAREMOS.
