Ayer mismo escribía que Pedro Iriondo, presidente del Fomento del Turismo, había estado muy desafortunado con sus comentarios sobre los trabajadores del sector turístico. Las críticas que ha recibido Iriondo han sido muchas y justificadas, pero la que más me ha sorprendido es la de Francesc Antich, que ha dicho que Iriondo debe dejar el Fomento del Turismo. En primer lugar, los asociados del Fomento del Turismo serán los que le pidan a Iriondo que se marche a casa, si es que consideran que las disculpas de su presidente no son suficientes. En segundo lugar, Antich debería preocuparse de sus asuntos, que son mucho más graves y variados. Antich, que es tan estricto con las personas que no son de su entorno, no tiene nada que decir respecto a la imputación de Xicu Tarrés y tampoco se manifiesta respecto a Francesc Triay, acusado de varios delitos. Tarrés y Triay no tienen que dimitir, según el rasero que emplea Antich, pero sí Iriondo. Definitivamente, Antich ha perdido los papeles.





