Aprender a estar jodido

Si te deja tu novia… ¡te jodes!

Así reza la famosa frase introductoria del tema Amor Fugaz de La Unión. Pues no, algunos no solo saben no estar jodidos sino que lo que hacen es joder la vida de otros. Incluso la de sus hijos y familiares.

El crimen de Conforama es el último caso de violencia de género. Ya van 43 en lo que llevamos de año en España. Éste nos ha tocado muy de cerca, en la tienda que muchos frecuentamos. Mucha rabia. Mucha impotencia. Probablemente Sacri me ha atendido alguna vez. No la recuerdo pero hoy siento mucho lo que le ha hecho un jodido que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias cuando toca estar jodido.

Muchos crímenes por violencia de género vienen tras una ruptura sentimental y por la mala gestión que hacen de ella algún que otro machito alfa con problemas de autoestima. Es lo que pasa por no haber aprendido del fracaso con anterioridad. Y por dejar la felicidad propia en manos de decisiones de otros.

Alguien debería recordarles que ya existía vida antes de la extinta relación. Y que antes de conocer a su reciente expareja había un día a día, sin esa dependencia insana, a la que se puede volver. Que tras una ruptura se está jodido el tiempo y con la intensidad que uno quiera estar jodido. Y que puede elegir entre estar jodido con antidepresivos durante meses o años o puede estar guardando el luto durante un tiempo necesario y prudencial. Todo depende de cuan rápido se acepte la nueva situación y las posibilidades que ella ofrece.

Muchos maltratadores actúan con base en aquella primitiva idea de que “… conmigo o con nadie más”, mostrando haber basado la relación en un concepto de posesión en lugar de en una relación entre iguales.

Tras una ruptura de pareja, debería ser obligatorio pasar por una entrevista con profesionales especializados que fueran capaces de detectar aquellos machitos peligrosos que no van a gestionar bien su nueva situación y, si aun explicándoles que fueron felices en algún momento de su vida antes de esa relación, siguen con la obsesión, habría que alertar al entorno de la expareja y hacer efectivo un alejamiento. Pero sería adecuado intentar aplicarles previamente un desbloqueo mental. La ruptura no es para tanto.

Lo que es inadmisible en el caso concreto de Sacramento es que, habiendo habido denuncias, pinchazos de ruedas, rayadas en coches, acoso en redes sociales y Whatsapp no se haya hecho nada por ver venir al asesino.

Existe la presunción de inocencia pero en algunos casos hay indicios que muestran su fragilidad.

Una ruptura sentimental no es el final. A veces es el principio de situaciones interesantes e inesperadas que regala la vida. Sacri no podrá vivirlas. Y sus hijos estarán marcados para siempre. Descanse en paz.

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