Se puede ser ambiciosa, muy ambiciosa y luego está esta chica que acaba de explicarle a su madre quién es su novio. El yonki del barrio que va robando motos. Eso sí, hay que reconocer que su técnica para introducir el tema es buena: se llama shock por contraste. Una se hace tantas, tantas, tantas ilusiones con el hijo del farmacéutico, que es médico y que está terminando la carrera de notario que cuando le suelta que es el otro, no sabe reaccionar.





