
Cristales tintados
Sensación en la Ciudad Condal: la alcaldesa Ada Colau cambia el Audi A6 de Trías por un “monovolumen de Seat sin los cristales tintados”, dicen las noticias oficiosas. Ese debe ser el signo de los tiempos: cambiar
Sensación en la Ciudad Condal: la alcaldesa Ada Colau cambia el Audi A6 de Trías por un “monovolumen de Seat sin los cristales tintados”, dicen las noticias oficiosas. Ese debe ser el signo de los tiempos: cambiar
Escribo desde Granada, donde el diario local organiza una ‘cumbre’ de carácter europeo sobre Twitter. Nunca momento más oportuno, ahora que ha empezado de veras una larga y competidísima campaña electoral, para reflexionar sobre el
Bueno, Pedro Sánchez ya nos ha anunciado algunas cosas, comenzando por mostrar que va en serio a por el principal despacho en La Moncloa. Se aguardan, en el otro campo, más mensajes de Rajoy: la
Mariano Rajoy hace cambios ‘cosméticos’, pero algún cambio al fin; Albert Rivera se decanta por concurrir a la presidencia del Gobierno central, y no a la presidencia de la Generalitat catalana. Pedro Sánchez celebra este
Quizá, lo reconozco, menos interesante, pero sí mucho más importante me parece hablar de las ochenta y dos –más o menos—condiciones impuestas por Ciudadanos a la futura presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que
Hay personas insignificantes, con un podrido sentido del humor y una excesivamente alta opinión de sí mismas, que estos días, supongo que encantadas, se ven en los titulares de los periódicos: quién se lo iba
Crece el número de quienes aventuran que, rompiendo su tradicional previsibilidad, Mariano Rajoy podría adelantar las elecciones generales a septiembre, haciéndolas coincidir con las autonómico-plebiscitarias que Artur Mas fijó para el 27 de ese mes, quince días después de
Se adivinaba, pero no se tenía constancia impresa, la quiebra en la primera familia española. La Infanta Cristina logró nublar los titulares de un día que era objetivamente histórico, un día en el que se renovaba de
Se adivinaba, pero no se tenía constancia impresa, la quiebra en la primera familia española. La Infanta Cristina logró nublar los titulares de un día que era objetivamente histórico, un día en el que se renovaba de
Reconozco no figurar demasiado entre los periodistas a los que La Moncloa convoca ocasionalmente para susurrarles lo que, por lo demás, los invitados consideran invariablemente poca cosa informativa. Pero escucho numerosos rumores, bailan los nombres
Alguien en La Moncloa, me temo, está errando el tiro: los estrategas de Rajoy van diciendo ahora que el duelo final en las elecciones generales colocará en la presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy o a Pablo Iglesias.
En la maraña de comidas, cenas, tortillas a la francesa y ensaladas que ha dominado la semana política que concluye, lo más destacable, en lo que se sabe –que no es todo, ni mucho menos–,