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Jaume Santacana

Señor: ¡Aplica el 155, ya!

Hace unos días, un amigo mío -catalán para más señas- me invitó a la Ciudad Condal con el objetivo de que viera, de primera mano (o de primer ojo), qué se cuece en la tierra catalana, bendecida, otrora, por la Moreneta, la Oscurita. Lo qué ahora les voy a contar

Alaridos en remojo

Se va marchando la canícula; y, con ella, el calor; y con el calor el inevitable y clásico chapuzón estival. Quise escribir este artículo justo al principio del verano; pero dejé pasar el tiempo por si un acaso las aguas volvían a su cauce y el problema detectado hubiera ido

Los guiris se tronchan

Debo confesarles, antes que nada, que no entiendo el o los motivos que inducen a una parte del personal terráqueo a actuar de una manera determinada que, precisamente, ahora mismo me dispongo a intentar relatarles. De manera que, si no les importa, no pretendo ir al fondo de la cuestión

¿No tendrías un poco de perejil?

Hablábamos, la semana pasada, del período estival y sobre todo, de las cosas del calor y, aun por encima, de las comadres que flipan, conjuntamente, conversando en el mercado y en la calle, hinchándose de frases convencionales -como al uso- sobre bochornos y otras memeces. Pero hay más: durante lo

Uf...!!!

Justo en el momento de pasar el ecuador de la etapa estival y por detrás, ya, de la festividad de la Asunción de María, da la impresión de que los calores inician muy pausadamente su retirada y, a lo lejos, se empiezan a vislumbrar, confusamente, los primeros albores del otoño.

Y lo bien que se está en casita...

En estos precisos momentos, nos encontramos ubicados en el centro nuclear de la puta canícula anual y, la verdad, ante la tremenda y dantesca -nunca mejor expresada- perspectiva de miles de toneladas de grasa licuándose en playas de arena colillera; con niños y niñas tocapelotas; preadolescentes de manos y pies

Una mamarrachada consolidada

Hace un montón de años que, cada vez que viajo en coche por una autopista de tres o más carriles, observo un fenómeno que, por irregular y fastidioso, me tiene frito. Me gustaría mucho que ustedes, amables y perspicaces lectores, ya conocieran la aberración que denuncio y se prestaran a

La estupidez gana la partida

Así de entrada, debo pedir disculpas por el hecho de tratar un tema varios meses después de su publicación en los medios de comunicación. El motivo del retraso no es otro que el del lento desarrollo de la digestión derivado de la lectura de la noticia en su momento. Una

A bodas me convidas...

Desde hace ya unos cuantos lustros, vengo en observar que la gente, en general, transita por este mundo cruel con la absoluta creencia de que tiene que ir autodefiniéndose con una periodicidad monumental, sin contar con que al resto de los humanos, o sea a todos, nos importa uno o

El caloret y la investidura

En estas alturas de la canícula, ya estamos otra vez de vuelta con temas cansinos y repetitivos. En esta ocasión, tratamos dos asuntos que ya han sido protagonistas en diversas coyunturas. Uno de ellos es un tema de los que podríamos denominar clásicos: el calor. Personalmente, me parece -y me

Sudar: una vulgaridad

Que conste que he estado tentado de rodear el título de este artículo con sendos (ambos dos, como se dice actualmente por el Foro) signos de interrogación; así como el que duda; tal como el que pone en cuestión o vacila sobre si algo es verdad o no. Pues, vale,

¿Quién es la última?

Algunos de los motivos por los cuales se puede conocer si un país determinado es civilizado o no son la cantidad de hierbajos que se pueden ver en campos y ciudades y también los cables de todo tipo que cruzan calles y esquinas de las urbes o bien los postes