El presidente Bauzá tiene ante sí un nuevo reto ante Madrid después de la valentía que ha demostrado con la hiriente cuestión de las prospecciones petrolíferas. Debe mostrarse firme, incluso inflexible, en la negociación sobre la financiación autonómica. Su portavoz, Núria Riera, afirmó el viernes que el Consolat "no renuncia a nada". Y es cierto. Se limita a reclamar justicia y a que no se menosprecia a Balears con un tratamiento discriminatorio respecto a otras comunidades. Y en política respeto es sinónimo de justicia. El Archipiélago no reclama ni privilegios ni ventajas. Jamás lo ha hecho. Sólo quiere un tratamiento mínimamente equitativo respecto a los demás. La necesidad balear de más recursos públicos es imperiosa, es cierto. Pero incluso por encima del legítimo derecho a recibir una financiación adecuada se encuentra la dignidad de un pueblo y de su Govern, que no quieren ser tratados como de segunda (o de tercera) categoría, teniendo en cuenta el gran esfuerzo fiscal que lleva a cabo la sociedad civil.
Balears es puntera en todo el Estado a la hora de salir de la crisis. Lo consigue con un enorme sacrificio privado y público que no se ve correspondido con una financiación digna. Bauzá y sus consellers han de mantenerse firmes y decididos. No se puede perder este año una nueva oportunidad. Y no será fácil. En Madrid impera el tópico de que en las Islas se vive muy bien. Convendría recordarles que la tasa de paro es aún altísima y que no pocas empresas hacen un esfuerzo sobrehumano para salir adelante.
Mientras, un dineral se va a las arcas madrileñas y no regresa jamás. Pero que nadie acuse a los isleños de ser insolidarios. Los baleares asumen su deber de colaborar con las autonomías más atrasadas. Pero sólo hasta cierto punto. Por el bien de todos saben que existe una línea que no se puede transpasar: la del peligro de asfixia interna por falta de los recursos imprescindibles.
Bauzá ha de echarle todo el coraje y capacidad de convicción posibles. Nos va mucho en este envite, comenzando por poder convertir también las iniciativas públicas en motores de recuperación