El próximo martes 5 de abril, en el pleno del Parlament, se llevará a la consideración de la Cámara un proyecto de ley elaborado por Vox Baleares para que se introduzca en los próximos presupuestos generales un informe de impacto familiar.
En otras palabras, cómo afectan a las familias de Baleares los presupuestos que se presentan y aprueban cada año. Qué efecto tendrá en las familias la distribución del gasto que se realizará por parte de la administración y cómo le beneficiará. También, cómo afecta negativamente esa distribución del gasto.
Desde la aprobación de la ley balear de apoyo a la familia, en 2018, toda ley aprobada en el Parlament debe llevar preceptivamente un informe de impacto familiar. En la redacción de dicha ley, y en concreto en su artículo 34, se desarrolla dicha literalidad, pero obvia explícitamente que debe ser preceptivo para la ley de presupuestos.
Nuestro Govern es muy consciente de ello, y, aunque sabe que incluso los presupuestos generales de nuestro país llevan un informe de impacto familiar en su redacción, se ha negado a realizarlo y no se sabe muy bien por qué.
Los que repetidamente acusan de vagos a otros se niegan a trabajar a favor de las familias y omiten deliberadamente dicho informe. Supongo que es porque lo consideran de derechas o de ultraderechas, opinión que no comparten sus mismos partidos en el Gobierno de la nación, porque sí que lo introducen.
Dicho proyecto de ley que se verá el próximo martes intenta remediar dicho desaguisado y propone modificar dos artículos: uno de la ley de familia y otro de la ley de presupuesto anual para que, específicamente, se introduzca dicho informe, como ya lo son los de género y los medios ambientales.
¿Qué excusa pondrán los partidos que se autoproclaman progres para votar en contra de algo que carece de carga ideológica y que permitirá saber cómo afecta la distribución de los presupuestos de nuestra comunidad en las familias, verdaderas protagonistas de las crisis económicas y, recientemente, de una grave pandemia?
Pero seguro que en su sectarismo y totalitarismo a los que nos tienen acostumbrados buscarán cualquier excusa ideológica para votar en contra. O, simplemente, lo votarán en contra porque lo presenta un determinado grupo parlamentario. O lo considerarán machismo, o lo adjudicarán a una imposición patriarcal.
Toda excusa será válidamente “progre” para que todas las familias de Baleares, y he dicho todas, no sepan cómo les afectan los presupuestos a los que alimentan pagando sus impuestos, que no son pocos.
A la espera de la más inverosímil sorpresa, saldremos de dudas este mismo martes por la tarde, cuando sus señorías emitan sus votos. Hasta entonces, vayan ustedes pensando en los más disparatados argumentos con los que la izquierda 'progre' no tomará en consideración dicha ley. Ojalá me equivoque.





