Cae una red familiar que coaccionaba, amenazaba y agredía a inquilinos vulnerables. Ha habido un total de siete hombres detenidos, todos ellos españoles, por delitos de coacciones inmobiliarias, amenazas, extorsión e integración en grupo criminal. Además, otros tres investigados –una mujer y dos hombres– han prestado declaración en calidad de investigados.
Las investigaciones comenzaron tras varias denuncias recogidas en los últimos meses por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Centro. Las víctimas relataban un patrón común de abusos relacionados con alquileres irregulares, en algunos casos de viviendas con órdenes de embargo.
ALQUILER DE PISOS EN CONDICIONES PRECARIAS
El grupo, formado mayoritariamente por miembros de una misma familia, gestionaba pisos alquilados a personas en situación precaria. Tras recibir las primeras mensualidades, los investigados duplicaban los precios sin previo aviso o exigían nuevos pagos arbitrarios. Si los inquilinos no aceptaban las condiciones impuestas o no podían pagarlas, eran intimidados y amenazados, incluso en presencia de sus hijos menores.
En varios casos, los denunciados exigían adelantos de mensualidades que luego volvían a cobrar, y cuando los inquilinos se oponían, los presionaban con amenazas de muerte o los forzaban a abandonar la vivienda para volver a alquilarla a otras víctimas.
Según la Policía, el grupo operaba de forma estructurada: unos actuaban como propietarios o administradores de los inmuebles, otros se encargaban de captar a los inquilinos vulnerables, y un tercer grupo ejercía la parte más violenta, acudiendo a las casas para coaccionar y extorsionar a las víctimas.
El operativo policial se saldó ayer con la detención de seis personas, mientras que esta mañana ha sido arrestado un séptimo integrante. Las diligencias continúan con la toma de declaración de los otros tres investigados.