Campanet. Situadas en las proximidades de la ermita de Sant Miquel, estas cuevas fueron descubiertas en 1945, gracias a la iniciativa de Bartolomé Xineta, quien decidió agrandar, con el fin de hacerlo accesible, el pequeño agujero conocido desde hacia siglos por pastores y pagesos. Inauguradas el 10 de noviembre de 1948, tienen 3.200 metros cuadrados de extensión y albergan numerosas cavidades con nombres tan sugerentes como “ciudad romántica” o “ciudad encantada”. La visita, guiada en varios idiomas, dura aproximadamente 45 minutos. Las instalaciones de la cueva cuentan con unas terrazas exteriores ajardinadas, donde se observa una magnífica vista del valle.
