La última ocurrencia de los propietarios del RDC Mallorca consiste en girar 90 grados la orientación del terreno de juego, de tal modo que desaparezcan las pistas de atletismo del estadi Son Moix, utilizadas en la Universiada de Palma 1999. Dejando de lado la aberración que supone que unos particulares puedan decidir arbitrariamente la desaparición de una infraestructura deportiva pagada con dinero público, cuando ni ello es necesario ni está en modo alguno justificado por la necesidad, pues durante la última temporada no se ha visto ningún día el campo lleno ni de lejos, más pareciera que estamos ante un capricho del trío BCM (Blum, Claassen, Martínez) que ante una propuesta necesaria, seria y viable.
Darle la vuelta al estadio contraviene las recomendaciones de la FIFA como les ha informado mallorcadiario.com, cosa que no parece ser importante a juicio del trío BCM, enfrascados en una campaña de imagen que supone el descubrimiento de la pólvora que no explota. Antes de que ellos llegasen al mundo del fútbol, ya había profesionales que construían terrenos de juego y no lo hacían caprichosamente. Ahora las tribunas laterales se convertirán en fondos de gol. Ellos quizás piensen que la tradicional denominación fondo norte y fondo sur sea algo sin importancia. De ahí que si prospera la extravagante iniciativa el RCD Mallorca contará con fondos Este y Oeste. Y la brújula mal orientada que llevará al mallorquinismo cara al sol.