A veces debemos releer textos para ver el alcance que tiene lo escrito y darnos con ello cuenta de lo mal que se han hecho o hacen las cosas y en las múltiples contradicciones en las que caemos o podemos caer.
Me explico, el artículo 152 de la Constitución establece, entre otros muchos mandatos que el Presidente de la Comunidad Autónoma es el representante del Estado Español en su comunidad.
Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía hemos tenido seis Presidentes (los Sres. Cañellas, Soler, Matas, Antich, Bauzá y Armengol) y tengo la sensación, en unos casos por los planteamientos que han efectuado en el ejercicio de su cargo como por escritos que han hecho con posterioridad que no todos estaban cómodos en el ejercicio de esa competencia; por no decir extraordinariamente incómodos.
Lo que antecede viene a colación debido a que uno de ellos, en ejercicio de su libertad de expresión, (como yo ahora ejercito la mía) se dedica a otorgar carnés de patriota. Quien representó al Estado Español en este pequeño país ahora pelea contra él. Muchos adjetivos se me ocurren para calificar esa deriva ideológica muchos de los cuales exceden mi libertad de expresión para vulnerar su derecho al honor.
Concluyo que no acepto ni lecciones ni carnés de patriotismo de nadie pues considero que nadie quiere más a mi país, a mi lengua y a mi cultura que yo; la defensa de los principios se puede hacer desde la moderación y el respeto a quien no comparte los mismos principios. No por gritar más fuerte se tiene más razón. Mallorca en mi corazón.
Apunten un nombre: Susana Ivorra. Pasado mañana presenta su primera novela “El deseo de Amanda”. Oirán hablar mucho de ella y de su obra. Que pasen un buen día.
