Ya tenemos pregunta(s) y posicionamientos por ambas partes. Unos reclaman el derecho de los ciudadanos a decidir su futuro a partir de un elemento tan democrático como el voto. Otros niegan este derecho, porque hay cosas que ni se deben votar, tal como la Constitución ----algo parecido a los 10 Mandamientos, la ley de Dios--. Y otros que quieren votar pero no lo quieren hacer sin pactar con los que no quieren que nadie tenga derecho a votar. Es decir, los nacionalistas catalanes lo tienen claro, los nacionalistas españoles también, y el PSC está ahí con el corazón partío…
¡Que suerte tienen los catalanes! Podrán decidir sobre su futuro, sobre cómo organizarse, sobre cómo afrontar los desafíos actuales. A mi me gustaría votar. Creo que es saludable que los ciudadanos puedan decidir. No puedo entender como alguien puede negar el derecho a decidir. Me parece bien que algunos hagan campaña a favor del democrático no, pero no entiendo porque no quieren que se celebre la votación. ¿Tanto miedo da la democracia? Da pena ver a Rosa Díez –una de las políticas más incoherentes de los últimos 30 años de la democracia— negando el derecho a voto. Y es que lo de UPyD tiene tela. Tela rojygualda (la de las barras horizontales, claro), que huele más a ultranacionalismo español que a otra cosa.
Y lo que da miedo es la incoherencia de nuestro Govern. Pusieron el grito en el cielo cuando el Parlament de Catalunya aprobó una proposición sobre el TIL. Alegaron que una comunidad autónoma no se debía que entrometer en los asuntos de otra. Lástima que en esta ocasión lo hayan olvidado… ¿Ahora sí que Balears puede opinar sobre la decisión de la Generalitat de convocar un referéndum? Olé, olé y olé!
No sé si el referéndum se celebrará, si se convocarán elecciones plebiscitarias, si enviarán los tanques o que pasará, pero sería feliz si todos los pueblos pudieran ejercer su derecho a la libre autodeterminación, tal como determinan las normas internacionales. Y si se puede votar, el Sí a la primera pregunta y el Sí a la segunda será la opción que más convendrá a los catalanes.
