Acabadas las fiestas nos toca a todos comenzar el nuevo año, pero la emoción que más nos aflora es la Pereza. Sabemos que tenemos que ponernos las pilas y empezar con las rutinas, no obstante, solo mirar los wassapt, hace que tengas ganas de volver a la cama. ¿Has sentido esta sensación el día 8 de enero?
Comenzamos el mes de diciembre con el puente de la constitución y cuando nos dimos cuenta habíamos enganchado ya con las Navidades. En este mes siempre ocurre que vamos a medio gas y la gente está más pensando en descansar que en conectar con sus quehaceres diarios.
Y ahora, cuando tendríamos que estar super conectados, todo se nos hace pesado y cuesta arrancar. Esto me ocurrió a mi cuando volvía de mi tierra, San Sebastián, tras pasar unos días allí y el día 8, no sabía ni por dónde empezar. Y así les ocurre cada año a millones de personas, cuando tienen que retomar su día a día, se ven perdidos y procrastinan hasta que ya no pueden más.
Pero esta emoción es normal, no olvidemos que nos pagan para trabajar y si fuera algo tan maravilloso, lo haríamos gratis. Por tanto, la obligación de tener que volver a reengancharnos con unas rutinas, nos cuesta mucho a todos, es como una espada de Damocles que, siempre llega tras unos días de relax. Aunque es bien cierto que, aquellas personas que disfrutan con su trabajo son menos perezosas, hay momentos que, incluso disfrutando como es mi caso, nos cuesta volver a las rutinas.
Para ello es importante seguir unas normas, como es el no volver a casa la noche anterior a la incorporación laboral. Hay personas que, con el fin de aprovechar las vacaciones, esperan hasta último momento para volver a sus hogares y esto hace que el primer día de trabajo, sea un auténtico desastre. Pero sobre todo tenemos que prepararnos psicológicamente y pensar en la parte positiva que tiene el volver a trabajar.
Reanudar las rutinas y los rituales, nos hace estar más activos, nos da una estructura y un salario a final de mes con el que poder vivir. Hay muchas personas que no llegan a esto, ¿se imagina la angustia de no poder hacer nada en todo el día y no tener de donde sacar el dinero cada mes? Es por ello que debemos ver la parte positiva y prepararnos para la vuelta al trabajo, al igual que los niños deben prepararse para la vuelta al colegio.
Las obligaciones son necesarias en la sociedad actual, simplemente que tenemos que evitar verlas como una cruz que no nos permiten ser felices y empezar a unir el concepto de Felicidad a lo que hacemos en el día a día. Aceptar que es normal tener pereza, será el primer paso para superarla y para empezar con nuestras rutinas de una manera positiva.