El joven alcalde de Alaró, Llorenç Perelló, ha asumido uno de los encargos más controvertidos de la legislatura: la dirección del Institut d'Estudis Baleàrics. Su cometido es la divulgación y defensa de la lengua propia de nuestra comunidad que, según el artículo 4 del Estatut, es la lengua catalana. Esta afirmación, por sencilla que parezca, parece atragantarse a los socios del Govern de Prohens que (oh! Sorpresa!) desde su habitual monolingüismo pretenden imponer una política lingüística basada en la confrontación fratricida, negando la evidencia y aireando un relato histórico ficticio para extirpar todo aquello que huela a catalán.
Prohens debió pensar que nombrar un conseller de educación y un director del IEB licenciados en filología catalana calmaría las aguas del sector que tumbó al govern de Bauzá y lo defenestró de la política autonómica y del PP. Nada más lejos de la realidad, pues la izquierda institucional y mediática apelan a esa marea verde cada vez que VOX gana un pulsito al ejecutivo autonómico.
Llorenç Perelló deberá sortear las bravuconadas de una formación dividida entre la irrelevancia de Patricia de las Heras y la inestabilidad que representa el radicalismo de Jorge Campos. Con su perfil discreto pero eficaz, el primer edil de Alaró se ha impuesto en su municipio con holgadas mayorías, lo cual le ha servido para llamar la atención de la dirección del PP y ganarse la confianza de una Prohens que le sitúa en la pista de salida de una carrera política prometedora. Su siguiente encargo podría ser la presidencia del PP de Mallorca, antes de seguir los pasos de su predecesor Joan Simonet e incorporarse a un Govern ávido de perfiles más políticos y menos técnicos para contrarrestar a una oposición con la lengua muy larga pero la piel muy fina. Perelló es hombre de partido y cumplirá diligentemente donde quiera que le sitúen esta o la próxima legislatura, siempre lejos de ese cementerio de cadáveres políticos sin competencias también conocido como Consell de Mallorca.
Toni Costa ya tiene unos presupuestos hechos a su gusto, de lo cual se infiere que pueda prorrogarlos las veces que sea necesario si VOX no estuviera por la labor de apoyar unas nuevas cuentas. Este hecho implica que, de ahora en adelante, pierdan mucha fuerza las sandeces que habitualmente imponen los de Idoia Sala como condición a Prohens para obtener su apoyo parlamentario. Desde el Govern entienden que "la legislatura empieza ahora". Esto podría ser un soplo de tranquilidad para Perelló que, con un presupuesto de 9,4 millones de euros, tendrá las manos mucho más libres para liderar un organismo cuya naturaleza contrasta con las pretensiones delirantes de VOX."