Os voy a contar algo sobre los concept store que se han puesto de moda. Hay tiendas y tiendas, y luego está el Street Market; !cómo podemos definirlo! Pues definiciones hay para elegir: parque de atracciones de la moda, zoco de luxe, santuario plusmarquista.... Tanto da, todas ellas se resumen en una única y universal idea del marketing y las ventas: la experiencia de shopping definitiva.
Las tiendas - concepto (traducción radical y literal al castellano del término concept store) fueron la respuesta a tamaña profecía, especialmente tras el 11S, la redefinición del lujo y la invasión homogeneizadora de las supercadenas.
El gran hallazgo de la concept store consistió en saber dar el contexto preciso a un producto elegido para el consumidor adecuado, la creación de un espacio de interacción en el que diversas disciplinas creativas se confunden. Hablamos de algo más allá de una mera transacción comercial: ofrecer/ofertar lo que los expertos en branding denominan " una experiencia emocional". Se trata de vender, pero también de entretener.
En realidad, la idea ni es tan nueva ni dista tanto en esencia de esos centros comerciales a los que se va a echar la tarde. Lo que la distingue y marca la diferencia, sin embargo, resulta capital: el criterio de selección, el ojo personal que sabe escoger el producto. Para el caso, no piensen en "lo mejor de lo mejor", sino más bien en aquello que posee un valor añadido.
Dover Street Market (DSM), es el lugar donde la moda se convierte en fascinación en palabras de su ideóloga Rei Kawakubo. Consiguió construir una especie de mercado donde varios creadores de diferentes campos puedan juntarse y se encuentren en un ambiente constante de caótica hermosura.
El anhelo se materializó en Londres en 2004, en un antiguo edificio de oficinas en el entonces que nada tiene que ver con ahora con el barrio de Mayfair de 1200 m2 repartidos en seis plantas a mayor gloria de diseño contemporáneo. La cuestión no era sólo invitar a otros a mostrar sus trabajos, sino también involucrarlos en el desarrollo de sus propios espacios (microboutiques)
La noticia del DSM ha aterrizado en Nueva York. Desde diciembre, uno de esos emblemáticos edificios neoclasicos de Manhattan, en la esquina de la calle 30 con Lexington acoge siete plantas comunicadas por un ascensor transparente dedicadas al concept store.
Ultimamente en Palma hemos podido ver dos de estas iniciativas: una en el Iberostar Hotel Son Antem, en Llucmajor, y más recientemente en el Puro Hotel, en Palma.En estos casos, las habitaciones de los hoteles se convierten en los escaparates de las firmas de moda y complementos, son auténticas minitiendas, y las zonas comunes del hotel se transforman en bulliciosos bulevares.
No lo olvidéis, nos vemos en mi blog de moda y tendencias aleysalook.com