Contaba ayer en esta columna cómo nuestros políticos descubrieron un buen día que había exploraciones petrolíferas entre Baleares y la Península y, sin pensárselo dos veces, se lanzaron a defender la supresión de estos trabajos. Pero resulta que estamos ante más de 130 prospecciones similares, que hace años que vienen llevándose a cabo, sin que nadie jamás haya abierto la boca, por lo que nadie les ha hecho caso. Y explicaba que estos ridículos obedecen principalmente a la situación de excitación preelectoral que se vive. Y les anunciaba que hoy les contaría otra de estas tonterías que, afortunadamente, quedarán en el olvido el 22 de mayo. En efecto, este martes pasado, nuestro Parlament aprobó una proposición no de ley (en términos vulgares, un brindis al sol) para pedir que se modifique el artículo 69.3 de la Constitución española y que Ibiza y Formentera aparezcan mencionadas separadas por una coma y no unidas por un guión. Vean qué bobadas. En primer lugar, ¿a quién le hacen la petición? ¿De quien dependería este cambio, si fuera en serio? Pues de ellos mismos, de sus respectivos partidos, por lo que sobra todo esta puesta en escena y bastaría con llamar a sus respectivos líderes y plantearles la petición, si es que esta resistiera un minuto de análisis. Y, en segundo lugar, no se pierdan el tema, la sustancia: cambiar un guión por una coma. Observen que aquí nuestros representantes no se van por las ramas y abordan los verdaderos problemas de los ciudadanos de frente, con valentía y rigor. Nada de eludir las responsabilidades, nada de ignorar el paro, la corrupción o la pérdida de calidad de vida. No: miles y miles de ibicencos y formenterenses están angustiados porque ese guión les amarga la vida, cosa que una coma haría más llevadera. Si no han visto aún el plumero con claridad, hay otra de estas decisiones, también adoptada el martes por el Parlament, que es más diáfana aún: pide a Madrid que modifique la Ley Electoral para que haya un senador por Formentera, para que pueda representar la voz de este pueblo con dignidad. Ay!! Si Formentera no eligiera un diputado que puede ser decisivo en el Parlament, qué olvidada estaría esta isla y qué risas daría el guión y la coma. Pero es que ganar ese diputado puede volcar la balanza hacia la izquierda o la derecha y esto provoca este lamentable espectáculo.
