No me repito. vuelvo a hablar de este personaje, pero no me repito. Es que el aún presidente del Real Mallorca da para un libro en cada decisión que toma. Lo que está claro es que no es un personaje pasivo, aunque lo parezca.
Ahora resulta que se abraza a un alemán que dijo que cuando mandara en el Real Mallorca lo convertiría en el tercer club de España para destinar ahora sólo 3,5 millones de euros al área deportiva para la próxima temporada. 3,5 millones del club. ¿Cerdá no tiene memoria?. ¿Cerdá no le puede exigir a Claassen que invierta lo que prometió? ¿Así podemos aspirar a recuperar la categoría perdida, dos años después?
¿Por qué se abraza Cerdá a Claassen? ¿Cuanto cuesta nuestro presidente?¿el dinero que Claassen iba a destinar en magnificar al mallorqueta se va a desviar a otros menesteres?¿O Cerdá hace todo esto gratis?
¡Vamos, hombre!. Al no-amigo-de-nadie pollencí le pusieron sobre la mesa casi 4 millones de euros por su mísero 5% de acciones y los ha rechazado. Los ha rechazado para quedarse, lo que supone ya el gran escándalo. Aquí no se va ni Dios.
No se crean que Cerdá se queda por nada. No se crean que Claassen y Cerdá se abrazan porque se quieren. Ni a Terrasa, al que también se abrazan.
Seguro que a Cerdá, de pequeño, en Pollença, se olvidaron de decirle aquello de que la avaricia rompe el saco.





