El encuentro reunió a representantes empresariales, institucionales y expertos internacionales para analizar el avance del turismo regenerativo en el Mediterráneo y el papel de Baleares en la creación de un modelo de prosperidad sostenible.
Mayol, al frente del histórico ferrocarril que desde hace más de un siglo conecta Palma con el valle de Sóller, defendió que el futuro del turismo en las islas pasa por una relación equilibrada con el territorio. “Desde mi perspectiva, teniendo en cuenta que llevamos un siglo conectando Palma con el valle de Sóller, veo muy de cerca cómo Baleares debe avanzar hacia un modelo de turismo regenerativo, y lo que más destacaría es que no se trata solo de una estrategia turística, sino de una manera de entender el territorio y de proteger lo que nos hace únicos”, afirmó.
En su intervención, valoró que Baleares está dando pasos relevantes para reforzar este equilibrio. “Baleares debe seguir haciendo algo muy valioso: poner límites, apostar por la calidad y recuperar el equilibrio entre residentes, visitantes y entorno. En el caso de Mallorca debemos reivindicar el patrimonio como un activo que debe preservarse, no explotarse, y esto es clave para que el turismo siga siendo compatible con la vida local”.
Mayol destacó también el papel del Tren de Sóller como ejemplo de movilidad sostenible y respetuosa. “Desde el sector que represento, un transporte turístico, histórico, sostenible y de bajo impacto, valoro especialmente la defensa del paisaje: los campos de naranjos enclavados en la Serra de Tramuntana son parte de la experiencia que debemos cuidar cada vez más”.
La transición hacia un modelo turístico más responsable, apuntó, pasa por un enfoque integral que incluya movilidad, cultura y territorio. “La apuesta por una movilidad más limpia, favoreciendo opciones que no solamente muevan personas, sino que conecten una historia y que conecten con el territorio. El impulso de un turismo circular donde el visitante participa más, respeta más y deja una huella positiva. La diversificación que permite que quienes nos visitan descubran mucho más que playas, como la cultura, la gastronomía y nuestras tradiciones”.
Mayol concluyó insistiendo en que la sostenibilidad no debe entenderse como un mensaje, sino como una obligación compartida por todos los actores del sector. “Baleares está avanzando bien y entiende que ser sostenible no es un eslogan, sino que es una responsabilidad, y desde el Tren de Sóller lo vivimos cada día: cuanto mejor se respeta el patrimonio y el entorno, más auténtica y valiosa es la experiencia que podemos ofrecer”.
Con esta visión, el Tren de Sóller reafirma su compromiso con la preservación del paisaje, la defensa del patrimonio y la promoción de un turismo respetuoso que mantenga viva la identidad del territorio.
