El eslogan que diseñó el Gobierno para esta pandemia es el de las tres emes, “Manos, Metros, Mascarilla” aunque el que realmente han puesto en práctica ha sido y está siendo “Mentiras y Mas Mentiras”. Creo que las tres emes eran sólo recomendaciones y el resultado son las tres efes “Frustración, Fatalidad, y Futuro” por cierto, muy incierto.
Este domingo le toca a la primera F, la Frustración.
Según la RAE es la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo y quizás deberíamos ampliar esa definición con el sentimiento de satisfacer la misma, ya que frustración es lo que sienten en este momento millones de ciudadanos del mundo.
Personas desesperadas viendo como sus sueños se han truncado, jóvenes deseosos de aprender que se ven obligados hacerlo solos, otros en el cruce de caminos donde emprender una vida en solitario que tendrá que esperar. Emprendedores que ven sus proyectos morir incluso antes de nacer. Aquellos que ya habían emprendido y su actividad se ha mermado hasta el fin. Empresarios que contemplan como sus negocios en su día rentables han pasado ya el umbral supervivencia pero en sentido contrario y en breve dejarán de existir.
Frustrados están también aquellos que ansían volver a sus puestos de trabajo mientras contemplan los locales cerrados y sin previsión de poder levantar la barrera. La frustración la sufren también aquellos que aún teniendo un trabajo no pueden compartir con los suyos o disfrutar sus aficiones. Frustración sufren las personas mayores que se sienten solas en la recta final de sus vidas, ven como pasan unas horas preciadas sin aprovechar el calor de quienes les puede aportar alegría.
Frustrados están aquellos que con grandes conocimientos del problema que nos ataca proponen soluciones con buen criterio y ven como los que toman decisiones sobre la solución desoyen sus propuestas.
Quiero creer que frustración es también lo que siente algún político en su sano juicio al que le venga grande el traje, viendo que ni puede ni sabe solucionar un problema de semejantes dimensiones. Alguno presentando su dimisión después de haber decidido anticipar sus intereses a cualquier criterio sanitario previamente establecido. Lo que seguro NO comprende ningún político es la “frustración general” de lo contrario actuaría de manera muy distinta, se lo aseguro Sr. Negueruela.