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¡De Superliga a Pachanga!

Por Miquel Pascual Aguiló
viernes 23 de abril de 2021, 02:00h

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“Demagogo es aquél que predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas” H-L-Mencken.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, con la envidiosa intención de intentar pasar a la posteridad emulando a Santiago Bernabeu se ha puesto al frente de una iniciativa que ha pasado en 48 horas de la gloria al fracaso más estrepitoso, derrapando aparatasosamente por la pendiente del descrédito ganado a pulso, por vanidoso, endiosado y demostrando, una vez más, que no es más que un segundon, un hombre de paja que se ha hecho millonario a base de “bailarle el agua a alguien” y que cuando toma una iniciativa por si mismo fracasa clamorosamente, un fracasado extraordinario y espectacular y delante de todo el mundo, en la más grande expresión.

Es tan ególatra que se ha comparado con los que crearon al Copa de Europa en el año 1950 (Santiago Bernabeu entre ellos), se atrevió a decir que “La Superliga va a salvar el fútbol. Como lo creyeron los que crearon la Copa de Europa en 1950”. Lo que no se atrevió a decir ¿qué futbol va s salvar?. Según la teoría de Florentino Pérez el fútbol es una pirámide, en cuya cúspide están los equipos que gastan dinero a espuertas y que a la vez son los más endeudados, y que en la medida que a estos equipos ricos les va bien, les echan los despojos, les tiran los desperdicios, les arrojan las migajas a los pobres y así todos tan contentos.

Es de destacar que la irresponsable actitud de Florentino ha desarrollado, de nuevo, el fanatismo madridista, con un ataque al Barça producto de la intencionada ignorancia de la actitud del propio Barça en este tema. Los más exaltados llamaron cobardes a los equipos que, vista la reacción de los aficionados de los equipos, han decidido retirarse de tamaña insensatez, destacando al Barça como si también se hubiera retirado (que hasta este momento no ha dicho nada) olvidando que Laporta, presidente del Barça, fue el único presidente que incluyó una cláusula en el contrato de fundación de la Superliga condicionando la permanencia en la Superliga a que los socios en una asamblea aprobaran su permanencia o no. Ahora ya lo saben, aunque seguro no les va a servir de nada y encima se sentirán ofendidos porque los haya instruido y como ya decía Quevedo en su Cuento de cuentos “se está erre que erre todo el día”.

Florentino Pérez es básicamente un conseguidor, desde sus inicios en política, de la mano del extinto partido Unión de Centro Democrático (UCD). hasta convertirse en uno de los hombres más fuertes en el mundo de la construcción, persiguiendo concejales, adulando a ministros y presionando a los periodistas desde el palco del Bernabéu donde mueve los hilos transformandolo en el santuario de sus influencias. Y a pesar que durante su mandato, el Real Madrid ha sido el club con mayores ingresos corrientes en el mundo durante más de diez años consecutivos, uno de los argumentos para crear la Superliga es que: “Queremos salvar el fútbol para que, por lo menos, los próximos 20 años se puedan vivir con tranquilidad y sin equipos que pierdan 200 millones”. O sea que, como no se trata de su dinero sino el dinero del club, gasta más de lo que ingresa, dudo mucho que en alguna de las empresas de las que forma parte de los equipos rectores le permitieran tamaña hazaña. Ha enterrado la ética del fútbol “bajo montañas de dinero”.

¿Es posible que el Real Madrid tenga problemas para llegar a fin de mes o que llegue con las arcas vacías siendo que el negocio registró ingresos millonarios? y ¿que no tenga claro a qué se debe esa insuficiencia?

Es hora de realizar una evaluación de sus finanzas, valorar aplicar recortes y elaborar un presupuesto que permita su subsistencia sin tener que hundir en la miseria a los equipos pequeños, a los equipos humildes (una muestra más de capitalismo desbocado) y la mejor opción es bajar costos de las materias primas (que es como tratan a los jugadores como mercancías) mediante la búsqueda de reconducir los excesivos, los sobredimensionados, los insultantes precios que cuestan los jugadores, precios de los que Florentino Pérez no es el único culpable pero si uno de los más importantes.¿Capisci?

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