El Mallorca se juega su futuro en los juzgados

El futuro del RCD Mallorca se decide mañana y no será sobre el verde tapete del Iberoestar Estadio, sino que será en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma. Allí y bajo la atenta mirada de la magistrada María Encarnación González se espera que los acreedores de la entidad bermellona acepten el convenio que va a presentar el club.

Poco o nada importa el partido de mañana correspondiente a los dieciseisavos de final dela Copa del Rey, de nada servirá obtener un buen resultado si finalmente la firma del convenio no acaba en buen puerto.

La viabilidad del club depende de que los acreedores den por bueno el convenio, su existencia depende de ello y el consejo de administración está trabajando en este convenio desde que llegaron.

El mayor obstáculo se encontraba en Bilbao y la deuda que se arrastra con la entidad vasca desde el 2008 por el traspaso de Aduriz, pero la visita de los leones a Mallorca hace no muchas fechas sirvió para acabar de limar las diferencias que existían entre ambos.

Si mañana, como todo parece indicar que así será, se firma el convenio de acreedores, el Mallorca volverá a coger aire y a mirar su futuro más cercano desde otro prisma mucho más halagüeño.

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Si mañana, como todo parece indicar que así será, se firma el convenio de acreedores, el Mallorca volverá a coger airé y a mirar su futuro más cercano desde otro prisma mucho más halagüeño.

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