Estoy en contra del lamento quejorreico y lacrimógeno, y más en este tiempo “árido “que nos toca vivir. Siempre apuesto y elijo la actitud de estar y mostrarme agradecido y como la realidad siempre es un buen negocio, me muestro proclive a consumirla sin sobredosis omeprazolica. En este contexto toca cultivar las emociones proactivas, donde la diva es la empatía, autentico antídoto contra la ombligopatia dominante. Hoy es un buen momento para aprender a conjugar el plural y para “olvidarnos” del onanismo y de los modos egocéntricos y desatinados.
De los nanopoderes de la individualidad al gran potencial colectivo de la toma de decisiones cooperativas. Valga como ejemplo, la ralentización de la transmisión del virus y "el aplanamiento de la curva”, basadas en el compromiso de todos en el cumplimiento de las estrategias efectivas de protección. Bien después de este breve preámbulo covidiano, vayamos al meollo, que sea congruente con el título del artículo.
No está escrito pues, desde la quejorrea posmoderna sino desde, a mi entender, una comprensible y justa reivindicación. Probablemente podría admitir, que se trate de una frustración crónica que va creciendo y que el colectivo médico instalado en la sobrecarga, la pasividad, el burnout y la depresiva indefensión aprendida, ha aceptado, dada la situación económica del país y sin altercados para no deteriorar más la imagen de la Sanidad.
El medico nunca falla y trabaja a destajo, su modelo siempre se adapta a la realidad (y, sino que se lo pregunten a los magníficos médicos de la desvalorizada Atención primaria), en contraste con otros modelos, que se muestran ineficaces y fallidos, a pesar de su hipertrofia. Pero esto, tiene un alto precio, a nivel de su salud emocional y de un creciente y progresivo desgaste profesional. En el mundo sanitario, que nos aqueja, algunos cronistas (la elite gerencial), y no los toreros (nosotros) son los figuras. Se han venido arriba y van de sobrados, aunque todos sabemos que no es lo mismo ver pacientes y contactar con el sufrimiento, el dolor, el miedo y la muerte que hacer cálculos y gráficos en el papel o en un Excel o en un ordenador.
Pero vayamos con el hachazo. No se lo creerán, lo sé, pero lo que les cuento, es tan verdad como los 80 médicos muertos, hasta ahora, por el COVID 19. Para seguir leyendo, les recomiendo, que respiren profundamente, que contacten con su diafragma, que se pongan en posición de loto y que se sumerjan en trance de mindfulness.
Vayamos con la afrenta retributiva de este diciembre. Este es el décimo año, en que la paga extra del colectivo esta jibarizada en un 40%. -1.100 euros por barba en 2020. -15.000 euros en la década. Sigamos: – 1.500 euros por el doble e injusto doble recortazo. Pero la guinda del pastel, en este diciembre ha sido la productividad variable del 2019: 0,75 euros al día. 25 euros al mes. Entre 250 y 300 euros al año. Esa es la valoración que hace el Ib Salut y las diversas gerencias de lo productivos y eficientes que han sido los más de 3.000 médicos que trabajan en la sanidad pública. Ya sabemos porque tenemos déficit de médicos, ya sabemos porque no vienen o se van.
Ah y le recuerdo al Govern, que la productividad variable cuando la quitó Bauza , se cobraba entre 1.500-3.000 euros ligada al contrato de gestión y ellos , que se ponen la medalla de que han devuelto los derecho recortados por el PP, la recuperan hace tres años, en plan misérrimo , con cantidades entre 150 a 300 euros y generando conflictos y agravios, como la del año pasado en Son Espases , donde se excluyeron a muchos y excelentes servicios. Por cierto, de nuevo el colectivo hará guardias toda la navidad, guardias de 17 y 24 horas, cuatro días especiales cobraran a 45 euros la hora y el resto a 26 y 30 euros. Y para mas inri no se compatibilizan como tiempo trabajado para la jubilación.
El Govern, está instalado en la retórica, en la hipocresía más absoluta y en una cruzada devaluadora de la profesionalidad y el compromiso del colectivo médico, piedra angular del sistema sanitario. Como muestra, la dadiva generosa y espléndida, de ¾ euros por barba al día. Pagar ¾ de euro al día al durante el 2019, conlleva una imagen muy negativa del quehacer del colectivo, ya que lleva implícito el mensaje de una muy escasa eficiencia. Nada mas lejos de la realidad.
¿No deberían evaluar el Ib Salut su competencia y su grado de responsabilidad en que los médicos sean tan poco improductivos? ¿Por cierto, cuáles son los incentivos de los gerentes? ¿Por cierto cuanto cobran de productividad la tropa de asesores que ocupan el Govern? ¿Y cuánto cobran de dieta los políticos por acudir a una prescindible comisión? Una cosa tengo clara, si a un médico se le pagan 250 euros al año de productividad, ellos no deberían cobrar ni un euro.
Doble recortazo y ahora, la limosna de la productividad variable. Lo repetiré de nuevo, entre 22 a 25 euros al mes. ¿Por cierto ya han reclamado a su “Sanchidad o a su Ivanidad “, la deuda sanitaria histórica?
Pero ya saben, en derrota transitoria, pero nunca en doma. Molts d´anys, Feliz Navidad.