El pasado martes fui invitado a un debate en Dues Voltes de IB3 sobre la ley LGTBI aprobada esa misma mañana en el Parlament con cierto consenso en su artículado menos en lo artículos más importantes (inversión carga de la prueba, consell lgtbi, autonomía centros y libertad padres) gracias a un PP que dijo un si pero no y un no pero si, votando una cosa y postureando otra.
En dicho debate pude expresar mi parecer y la de muchísimos más ciudadanos sobre esta ley que no acaba en la condena y persecución de toda discriminación por orientación sexual , actos que repulso y condeno enérgicamente, sino que impone una determinada ideología de conducta sexual que el resto de mortales debemos admitir bajo amenaza de denuncia con inversión de la prueba y sustanciosa multa.
Ósea piensa como ellos (LGTBI) en materia sexual o te arriesgas a que te tachen de todo menos de guapo.
Y ahí se arma la de san quintín, algunos del colectivo lgtb se lanzan con reproches contra la televisión pública por haberme invitado a debatir sobre dicha ley, lo que me reafirma más en lo anteriormente expresado. O piensas lo mismo que ellos o.......No les suena esto a una nueva inquisición pero esta vez de color rosa.
En nuestro estado de derecho discrepar sobre un tema, y más si es sexual, no es discriminar ya que nos ampara el derecho de libertad de ideología y libertar de expresión. Eso si, sin insultar ni menospreciar a nadie por su pensamiento que es lo contrario que hacen ellos con los que no compartimos su ideología de género.
Por todo esto me reafirmo en que esta ley es una ley injusta e inquisitorial que solo busca el pensamiento único en materia sexual.