El bueno de Matas

Benidorm no quiere ser Magaluf. Así de literales y taxativos han sido las autoridades de esta localidad alicantina ante la promulgación de una ordenanza municipal cívica dirigida principalmente a los turistas llamada ya ordenanza “antimagaluf”.

Esta acuñación casi recreativa nos retrocede medio siglo atrás cuando se popularizó -gracias a la revista Paris Match- el término “balearización” como expresión del crecimiento urbanístico sin control derivado del turismo.

Sin duda que las Illes Balears han aportado mucho al sector turístico mundial, prueba de ello es un know how que se exporta por todo el planeta, sin embargo, el nombre de nuestro archipiélago no ha sido utilizado para designar un concepto positivo sino todo lo contrario.

Extrapolaremos la cuestión. A buen seguro que alguna política pública llevada a cabo por el Govern de Jaume Matas fue acertada (cada uno puede cuantificar la medida), aunque sólo sea por cuestión de estadística. Sin embargo, ahora nadie -casi nadie- se atreve a alabar con la boca ancha ninguna consecución gubernamental realizada entre los años 1996-1999 y 2003-2007. El devenir posterior lo ha marcado con fuego.

La conclusión: es más fácil ser recordado por los errores que por las virtudes. Una pequeña equivocación, una palabra fuera de lugar o la presencia donde no se conviene puede marcar la percepción social de una persona o una sociedad por encima de todas las bondades y excelencias que presente.

¿Por qué será que siempre queda más lo negativo? Puede que sea por una cuestión de simplificación y superficialidad. Evitamos ver las dos caras de la moneda y nos quedamos con el mensaje más efectista. Todo por culpa de una estrechez de miras que poderes fácticos y mediáticos han tenido cuidado en cultivar.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias