Podemos quiere quitar el dinero destinado a pagar los canapés de los hoteleros para dárselo a Daniel Bachiller. Permítanme que por un momento deje al margen el rigor con el que intento expresarme habitualmente para seguir el estilo de los parlamentarios de Podemos. Así se resume de manera sesgada, la intención de detraer 3 millones de euros a la promoción turística de nuestras islas, que tan acertadamente está llevando a cabo la ATB, para dárselos al área de Innovación.
Hablar de una parte como si fuera un todo es una afirmación tendenciosa. Todos los perros son animales pero no todos los animales son perros. Por eso, no podemos decir que todos los animales ladran solo por el hecho de los perros lo hagan. Ni todo el turismo son los hoteleros ni toda la Innovación es Daniel Bachiller.
La economía que genera el turismo va mucho más allá de los hoteleros y beneficia a mucha más gente, muchos de ellos, a buen seguro, son votantes de Podemos.
Escuchar de la diputada Camargo que desestacionalizar (el santo grial buscado por economistas y empresarios de las islas desde antes de que ella pisara estas tierras) es tirar gasolina en un incendio y decir que no quiere más turistas en invierno es temerario e irresponsable. Y el argumento empleado es de alto nivel. Según ella, no tendrían que venir más turistas en temporada baja porque los trabajadores están cansados después de la temporada estival y necesitan un descanso.
¿Lo dice en serio o lo hace por ir, una vez más, contra el sistema, que es lo que ahora se lleva? Existe una legislación que salvaguarda los derechos de los trabajadores para que no trabajen por encima de un número de horas determinado y se respeten sus descansos. Si cree que no se cumplen debería denunciarlo pero no puede intentar dinamitar una economía basándose en inconcreciones.
Vaya por delante que estoy muy de acuerdo en aumentar el gasto en Innovación. Si de mí dependiera, lo dotaría por un importe mucho mayor que el que pide la representante de Podemos. Pero no a costa de la promoción turística que es la que nos da valor añadido como destino turístico respecto a destinos competidores. La Innovación aplicada con éxito genera riqueza, productividad, liderazgo e imagen.
La economía generada por el turismo no solo afecta a los hoteleros. También es turismo el fontanero que lleva a cabo el mantenimiento de la instalación de agua en los hoteles. Turismo es la camarera de pisos que limpia las habitaciones. Turismo es el propietario del restaurante de la esquina de al lado del hotel. Turismo es el taxista que realiza viajes continuamente al aeropuerto llevando y trayendo turistas. Turismo es el dueño del souvenir cercano. Pero además, turismo es una parte de los ingresos del colmado de barrio donde la camarera de pisos compra los alimentos para su familia. Turismo es una pequeña parte del payés que recoge la patata que suministra al colmado donde compra la comida la camarera de pisos. En toda actividad, hay que valorar la generación de riqueza global, es decir, tanto directa como indirecta.
Hagamos un ejercicio mental muy útil muy recomendable. Comparemos las situación actual con la situación en la que no existiera el turismo.
Seguramente estaríamos por debajo de Extremadura, la última Comunidad Autónoma en el ranking de competitividad turística que realiza Exceltur. En ella, la economía que genera el turismo supone un 6% del PIB. En Balears, ronda el 45% del PIB.
En dicho ranking, sin turismo estaríamos muy por debajo de Extremadura que tiene un PIB per capita de 16.166 euros, un 34% inferior que el actual de las Illes Balears que asciende a 24.394 euros. Coincidencia o no, el ranking de competencia turística lo lideran Cataluña, Madrid y País Vasco. El del PIB per capita también, con el permiso de Navarra. Balears se encuentra en el puesto 5º y 7º respectivamente.
Ello nos debe llevar a concluir lo que imaginamos: el turismo tiene una importancia indiscutible en la economía balear y en la generación de riqueza media por habitante. Por eso, no se debe escatimar en mantenerlo y mejorar la satisfacción del turista. Si no fuera por el turismo ni la prosperidad que trajo a estas tierras, no estaríamos aquí muchos de nosotros, hijos de trabajadores que vinieron al albur de las oportunidades laborales que ofrecía esta tierra, hace más de medio siglo. Cierto es que si en lugar de haber explotado el filón del turismo, nuestros antepasados hubieran hecho camino en otro sector de éxito, lo anterior habría que matizarlo pero hoy en día estarían criticando a los empresarios que abanderaron el crecimiento en ese hipotético sector, al estilo de lo que hacen con los hoteleros.
Camargo y Jarabo son madrileños y llevan respectivamente, 10 y 15 años en Mallorca. Son recién llegados si los comparamos con quienes mantienen un largo arraigo generacional en nuestras islas o con quienes vinieron hace muchas décadas y nos dieron la posibilidad de haber nacido aquí, hablar la lengua de aquí, disfrutar de la cultura de aquí, dar paso a una nueva generación aquí y disfrutar de las bondades generadas por la economía de aquí.Y, les guste o no, la economía de aquí está sustentada en gran parte por el turismo, que va mucho más allá de la economía de los hoteleros.





