Las declaraciones de Maria Salom afirmando que el cierre de Televisió de Mallorca es irreversible han desatado las declaraciones y con ellas la demagogia. Todos aluden a que cerrar el ente es mandar al paro a un centenar de trabajadores, algo que califican de “irresponsable”. Es verdad que tomar una decisión que incremente las listas del paro es claramente impopular, pero no tomarla sabiendo que sostener esta televisión es inviable y endeuda todavía más las arcas comunitarias, lo es más. Lo he dicho muchas veces y lo repito de nuevo: éste es un tema de prioridades. No hay dinero para todo y lo que hay debe invertirse bien y en sectores en los que es necesario y hasta acuciante. Las deudas del Govern han llevado a muchas pequeñas y medianas empresas a la quiebra y con ella a muchos trabajadores al paro. ¿Es que esos no eran importantes? ¿Es que nadie piensa en los empresarios que han tenido que echar el cierre porque el Ejecutivo no les ha pagado? ¿Dónde estaban los partidos y sindicatos que ahora se rasgan las vestiduras cuando esto sucedía? Televisió de Mallorca es prescindible, un lujo que no nos podemos permitir, porque ya tenemos IB3, además de una promesa electoral, y por tanto tiene que cerrar.
