Los armarios de las familias baleares apenas cambiarán este año por la temporada de rebajas, pues las economías de los hogares centrarán sus recursos en las necesidades más básicas en lugar de en ropa, debido principalmente a un cúmulo de medidas que han reducido notablemente su poder adquisitivo. El recién estrenado 2011 ha traído consigo un paquete de impuestos que agravarán aún más -y por todos los frentes- las ya aquejadas cuentas de las clases medias de las Islas, el sector más activo en las rebajas, y que en los años 80 suponían el 60 por ciento de españoles, y hoy tan sólo el 40 por ciento. Lo primero que debe tenerse en cuenta es que el ingreso medio por persona se ha reducido según el INE a 9.627 euros, es decir, 26,37 euros al día, cuyo porcentaje dedicado a las rebajas deberá reorientarse ante las subidas de sus gastos imprescindibles. Afrontar el pago de la necesidad principal de una persona, la casa, será este año todavía más difícil, ante el encarecimiento de las hipotecas derivado del aumento del euribor. Será complejo por supuesto para quienes no tengan trabajo, pero también para quienes lo conserven, pues la retribución media por trabajador ha descendido por primera vez en una década. Además, para las personas cuyos ingresos superen 24.000 euros, el Gobierno central ha eliminado la deducción por vivienda, y los costes inevitables de un hogar, como los energéticos, acumularán alzas en todas sus variantes: la electricidad subirá este año nada menos que casi el 10 por ciento, igual que el gas natural, que lo hará el 4 por ciento, o la bombona de butano, cuyo precio ascenderá hasta 13,19 euros. Pero los precios del resto de bienes básicos para las familias también se encarecerán aún más, pues el IPC ya se disparó en diciembre el 2,9 por ciento, a un ritmo claramente superior a las subidas salariales, en una tendencia que no hará sino agudizarse cuando se note el efecto del repunte del petróleo y el tabaco. No hay que olvidar que el IVA se incrementó desde el pasado julio hasta el 18 por ciento, ni que, por ejemplo, por cada euro que se gasta un fumador, 76 céntimos son impuestos, lo que ha motivado que el Ejecutivo haya elevado el gravamen al tabaco el 24 por ciento. Y finalmente, el transporte, pues los insulares soportarán una probable alza de precios por parte de las aerolíneas, que repercutirán al pasajero el incremento de las tasas aéreas en el 3,9 por ciento, lo que, unido a la desconfianza sobre la recuperación en 2011, deja entrever que ni en rebajas repuntará la alegría consumista.





