Según el diccionario de la RAE querulante es aquel individuo querellante patológico. Pues bien sin ser médico y mucho menos especializado en psiquiatría tengo la impresión de que estamos ante un gobierno querulante en Baleares.
Creen tanto en las acusaciones contra quien fue Presidente que destituyen al jefe de sus servicios jurídicos porque cree que no puede formalizar acusación contra el señor Matas. El Vicepresidente actual, jurista de formación, ha insistido en la bondad de la acusación contra dicho ciudadano, aunque hasta hace unos días parecía que no había causa.
No está en mi ánimo defender al señor Matas, simplemente creo que tiene los mismos derechos que cualquier ciudadano de este país, presunción de inocencia incluida; y lo que se está haciendo desde el gobierno de Baleares, como desde muchos otros gobiernos nacionales y de comunidades, es judicializar la vida política y a mi me parece tremendamente empobrecedor y nocivo para nuestra sociedad.
La política debe realizarse desde sus propios foros. Para eso tenemos uno número excesivo de parlamentos, plenos y consistorios para que un pueblo que no ha tenido ni tendrá plaza de toros se declare antitaurino o a favor del aborto o pro palestino o en contra de cualquier estupidez que se le ocurra al concejal de turno que no tiene ninguna incidencia para sus escasos centenares de habitantes. La cuestión es tener unos minutos de gloria a costa del contribuyente.
Como siempre no se nos cuenta la verdad y les pondré un ejemplo; en el primer juicio del señor Matas (el de los discursos del señor Alemany) la Comunidad de Baleares les reclamaba alrededor de 750.000 euros; el resultado fue que obtuvo de los Tribunales alrededor de 30.000 euros. La participación del Govern en ese juicio, desde el punto económico, fue calamitoso. Pero claro, eso nunca nos lo dijeron.
Cuando uno estudia derecho se le explica que el último argumento jurídico es el derecho penal; pues bien, ahora ya no es así, aquí se interponen querellas con demasiada alegría; evidentemente eso tiene consecuencias en la crispación social, en la crispación política y en la percepción que tenemos de los políticos nosotros los ciudadanos.
Es el momento de que nuestros líderes hagan un ejercicio de responsabilidad y sólo judicialicen las cuestiones políticas cuando no quede más remedio. Cuando voy escribiendo soy consciente de la detención de dos concejales del Consistorio anterior, para ellos y todos los demás detenidos presunción de inocencia, no les condenemos sin un juicio justo. Que pasen un buen día.