Mientras, además de las subidas en vivienda y transporte, subieron, aunque con tasas más moderadas, los índices de precios en menaje (+1,5%), alimentación (+1,1%), hoteles, cafés y restaurantes (+1%), vestido y calzado (+0,9%), medicina (+0,8%) y enseñanza (+0,4%), mientras que prácticamente se mantienen en bebidas alcohólicas y tabaco (0,1%).
En la comparativa mensual el IPC aumenta un 0,9% en Baleares, especialmente en el calzado (+8,1%) y vivienda (+3,5%). En lo que va de año, el IPC acumula un incremento del 1,5% en Baleares, con un descenso del 5% en vestido y calzado y una subida del 4,8% en vivienda.
En el conjunto de España el IPC subió un 1,2% en abril en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 2,2%, nueve décimas por encima de la de marzo (1,3%). Con este repunte, con el que el IPC anual encadena su cuarta tasa positiva consecutiva, la inflación escala a niveles desconocidos desde hace más de dos años. De hecho, no se alcanzaba una tasa de IPC tan elevada desde octubre de 2018, cuando se situó en el 2,3%.
Al fuerte incremento de los precios en abril ha contribuido, principalmente, el encarecimiento de la electricidad y el mantenimiento de los precios de los carburantes, en contraste con las bajadas de abril de 2020. Por contra, en abril se abarataron las frutas y los paquetes turísticos.
En tasa mensual (abril sobre marzo), el IPC se disparó un 1,2%, su mayor repunte mensual en nueve años, en concreto desde abril de 2012.