Así lo llamamos coloquialmente los cientos y miles de clientes que han pasado por sus instalaciones en casi 18 años de existencia. Son de estos sitios que guste o no, transcienden totalmente el ámbito de “negocio” para transformarse en parte de la vida de muchos de nosotros.
Un sitio dónde acudes semanalmente variasveces, dejas esfuerzo, strés y a cambio te llevas relajación y un sentimiento de haber cargado pilas,no es un lugar común. A lo largo de mi vida deportiva y desde que deje la competición he recorrido muchos gimnasios y he conocido a profesionales maravillosos, he hecho amigos/as entrañables pero reconozco que el Mega, ha sido un punto y aparte. Por su grandeza de instalaciones, la cantidad de gente que movía, lo hacía totalmente especial.
Profesores tan especiales como Toni Bauza o Javi Garcia, compañeros/as de fatiga que son tantos que no quiero mencionar para no olvidarme de ninguno, han hecho que el Mega fuera especial. Sinceramente creo que un lugar dónde se practica el deporte desde las 7h hasta las 23h hace un gran servicio para la sociedad, pero las leyes no entienden estos matices y quienes las hacen cumplir me parece que tampoco, por lo que para algunos les debe parecer exagerado este revuelo “si sólo es un gimnasio” es lo que dicen algunos, 200 profesionales y casi 10.000 socios es algo más que eso, seguro que si.
La ley se tiene que cumplir para todos, pero al igual que cuando escribí unas líneas casi resbalándome las lagrimas, cuando se cerraban cines emblemáticos de nuestra ciudad, aquellos que ibamos con nuestros padres, ahora siento algo parecido. Este artículo seguro que es muy personal y egoista, ya que no estoy seguro si representa el pensar de muchos de ustedes, pero si conecto con el pensamiento de algunos que piensan, que habría que evitar por todos los medios que pasasen estas cosas, ya me vale. No he visto entristercerse a nadie, recoger firmas o convocar manifestaciones por el cierre de Son Dureta, el abandono del edificio de Gesa que nos generan muchas perdidas para este ciudad o el desperdicio de instalaciones del Palma Arena, pero con el cierre del Mega está pasando todo lo contrario, quizás será porque era algo más que un gym.
Hay empresas que llegan a ser de todos o por lo menos eso nos parece y que nos las toquen duele. Mi solidaridad con los trabajadores y a mis queridos compañeros/as hasta pronto, seguro que el deporte nos volverá a unir.