Uno de los candidatos a dirigir a los neocomunistas en Baleares, Antoni Bennasar, comentó el pasado lunes: “Los únicos que deben preocuparse del ascenso de Podemos son los corruptos.” Le faltó añadir: Los corruptos de los otros partidos. Porque de los de Podemos ni una palabra. Sólo negación y desconocimiento. Acaban de constituirse como partido, no han “tocado poder” y ya afloran presuntos, y confirmados, casos de fraude y corrupción de los líderes que se venden como la esperanza para acabar con la actual situación de corrupción generalizada… El grado de desfachatez que exhiben Juan Carlos Monedero y sus camaradas es difícilmente superable.
No sólo intentan engañar con sus irregularidades fiscales, también lo hacen, desde hace poco tiempo, negando ser un partido de extrema izquierda populista, aunque las redes sociales y algunos medios de comunicación publiquen comparecencias, artículos, y discursos, de Pablo Iglesias, Monedero, Errejón y otros “tovarich” loando las bondades del comunismo, o con recientes propuestas tan “demócratas” y “transversales” como nacionalizar medios de comunicación privados. Como éste que usted está leyendo, por ejemplo.
¡Claro que podemos!... Trincar más: Su número 3, Monedero, tras negarlo, se ha visto obligado a admitir que cometió un fraude fiscal al tributar a través del Impuesto de Sociedades unos ingresos que correspondían a IRPF, defraudando más de 100.000 euros y vulnerando su contrato como profesor en la Universidad Complutense. Ha tenido que realizar una declaración complementaria abonando 200.000 euros que ha conseguido con más rapidez que el mismísimo Luis Bárcenas.
Juan Carlos, como le llamaba Hugo Chávez, el mismo que ve conspiraciones neoliberales y capitalistas en el Peter Pan de Disney, creó una empresa instrumental para facturar más de 425.000 euros por unos supuestos trabajos de asesoría realizados a los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Sí, los del comunismo bolivariano.
Buena parte del discurso económico de Podemos se ha centrado en denunciar el fraude fiscal que existe en España y los, en teoría, bajos impuestos que pagan las rentas altas y las grandes fortunas, apostando por un nueva subida tributaria. Sin embargo, cuando se trata de ellos, de sus monederos (o billeteros…), sus soflamas desaparecen. Los mismos que culpan a los ricos y capitalistas de todos los males que sufre la sociedad española son, precisamente, los que se sitúan en la cúspide de las rentas. Los Iglesias, Alegre, Monedero, Errejón, amasan cientos de miles de euros presuntamente irregulares. Conocemos a 4 dirigentes y los 4 tienen que dar explicaciones. Dinero negro, sociedades interpuestas, fraude fiscal, empresas sin empleados… Todo muy transparente.
A la doble moral hay que añadirle la impresentable chulería y prepotencia que exhiben estos camaradas a la hora de negar las irregularidades fiscales, llegando incluso a desafiar al Ministerio de Hacienda y a amenazar a los periodistas que osan poner en duda su versión. Actitud muy típica de los líderes dictatoriales que tanto admiran y que arruinan a su pueblo dejándolo en la miseria mientras financian con cantidades millonarias a sus sucursales. No es de extrañar que respondan de igual modo que esos regímenes comunistas, totalitarios y liberticidas, a los que se deben. Los más corruptos del mundo.
