En España tenemos nuestro propio muro de los lamentos, aunque no tiene un carácter religioso como el de Jerusalen. Tampoco es un atractivo turístico. Es más bien para residentes.

En España tenemos nuestro propio muro de los lamentos, aunque no tiene un carácter religioso como el de Jerusalen. Tampoco es un atractivo turístico. Es más bien para residentes.