Yo creo que sí. Sobre todo teniendo en cuenta que la cifra de indecisos permanece en niveles próximos al 40%, lo que debería llevar a un análisis muy cauto de las encuestas que se están conociendo y a tener presente que se pueden producir resultados bastante sorprendentes.
Por el momento no hay resultado seguro de antemano. La única seguridad que trasladan las encuestas es que José Ramón Bauzá ganará las elecciones. La recuperación de empleo y el crecimiento económico con buenas previsiones para el próximo año suma a su favor lo que le restan otras cuestiones capitales en las que falta mucho trabajo por hacer, y que si ya se hubieran llevado a cabo es muy probable que ahora el debate estaría centrado en la consecución de otra mayoría absoluta.
El gobierno balear ha llegado donde ha llegado sin esperarse la irrupción del partido naranja. Ciudadanos ha suscitado mucho interés en estas semanas, más que por la campaña que está desarrollando en Baleares, por el tirón de Albert Rivera, quien está asumiendo gran protagonismo incluso opacando a los candidatos autonómicos. Una proyección brillante de cara a las elecciones generales que puede verse empañada por candidatos endebles en las autonómicas y municipales, como algún que otro cabeza de lista en Mallorca, y sus mensajes confusos, contradictorios o erráticos, que provocan decepción e inquietud entre su electorado potencial. Naranjito para unos y Ruperta para otros.
El PP de Bauzá puede alcanzar la mayoría absoluta. Otro escenario: Ciudadanos puede convertirse en un partido decisivo en la conformación del gobierno regional. Es sin lugar a dudas su objetivo, pero puede ser también su perdición si no mide bien las compañías, pues previsiblemente se va a nutrir de un electorado que demostrará con el mero hecho de votarlo que lo importante para él es llevar adelante reformas de calado. Por cierto, lo mismo que le piden a José Ramón Bauzá.
¿Qué imagen traslada, o trasladará, a la sociedad balear Ciudadanos? ¿La de un partido verdaderamente regeneracionista? ¿O quizá el afán de poder le lleve al peor de los oportunismos al que ya se ha sumado algunos de sus componentes en Mallorca?
Como decía al principio, según todas las encuestas, la indecisión manda en las elecciones autonómicas. E incluso puede parecer que en este artículo también... Si bien el que les escribe lo tiene decidido. Votar en conciencia me ayuda a decidir. Considero que la responsabilidad del votante radica en ser consciente del voto que deposita y de sus consecuencias. La madurez democrática de una sociedad cuenta mucho en ello. Sinceramente, creo que la balear es una sociedad democráticamente madura y responsable que ya ha sufrido los perjuicios de otros pactos postelectorales.
Vayan a votar. Y reflexionen antes de hacerlo, porque ¿se imaginan al neocomunismo y al separatismo pancatalanista en el gobierno balear?





