TOMÀS IBARZ. María Salom se nos ha presentado esta semana como un auténtico ángel. El ángel exterminador de la corrupción en el Consell de Mallorca. Todos los grupos políticos del Consell cumplieron el jueves con el gran lema anunciado por Salom el día antes en las redes sociales: "Demà serà un gran día". Y lo fue. El gran día en el que todos los miembros del plenario firmaban el Código Ético que servirá para "limpiar la imagen contaminada por años de corrupción".
Salom tuvo vista política para elegir la fecha, pero le ha faltado profundidad, tacto y memoria. Eligió tal día histórico como el jueves porque era el día en que Maria Antònia Munar declaraba ante el tribunal que la juzga por el "caso Can Domenge". ¡Cuánta habilidad!.
Imaginen ustedes las dos pantallas del televisor. Simultáneamente, en una, Munar debatiéndose ante los fiscales anticorrupción. En la otra, el ángel exterminador acabando con la corrupción en el Consell. Ese era el propósito nada disimulado de quien anuncia que va a "limpiar" el Saloon.
Me pregunto por qué ha tardado Salom dos años en querer limpiar la institución. Me pregunto por què no aprovechó para sacar la escoba cuando estalló el "caso Camí", o cuando detuvieron a los líderes de aquella organización de gays que se había apropiado de cientos de miles de euros del Consell en la época de Armengol.
O por qué no propuso el código ético cuando estallaron los casos de corrupción del PP. Porque, no lo olviden, el PP ha presidido el Consell de Mallorca casi tantos años como UM. También le falta memoria a Salom sobre la causa por la que Munar se sienta en el banquillo en este caso. Yo se lo recuerdo: por la adjudicación de Can Domenge a Sacresa, una decisión aprobada en el pleno del Consell con los votos a favor de UM...y del partido de Salom.
Y lo cortés no quita lo valiente: ojalá los grupos políticos pongan todo su empeño en cumplir y hacer cumplir ese Código Ético. ¡Buena limpieza!. El Saloon tiene que quedar bien limpio de corrupción, de amiguismos, de irregularidades, de sospechas, de prepotencia, de teatro, de sueldos injustamente altos, de inoperancia y de los constantes brindis al sol.
