El curso político empieza de nuevo. Agosto ha tocado a su fin. La gente ha terminado sus vacaciones. Y volvemos a la rutina. Este curso es especial. Ustedes saben que en mayo hay macroproceso electoral. Urnas y más urnas. Municipales, Consells Insulars, autonómicas y europeas. Y eso a la espera de que el Gobierno no se dé cuenta de su frágil mayoría parlamentaria y no le dé por convocar elecciones generales, donde incorporaríamos 2 urnas más pertenecientes al Congreso y Senado. Sí. Hoy el curso político empieza de nuevo. Algunos ya se preparan para estar en mesa electoral. Dicen que habrá paga doble. Eso sí, nadie asegura que se permita acabar antes de las 6 de la mañana.
El curso empieza de nuevo y con él, las declaraciones, los tuits, y las polémicas. Y mientras volvemos, un año más, al show preelectoral, nos vamos preparando para repetir patrones. Los científicos afirman que de septiembre a mayo nos volveremos más susceptibles. También afirman, que las fotografías se dispararán un 300%. Otros estudiosos de la ciencia dicen que veremos el surgimiento –casi espontáneo– de rotondas, parques e infraestructuras nuevas. Unos criticarán por escasez. Otros por exceso. Unos prometerán y cumplirán. Otros prometerán en vista al incumplimiento del otro.
Es la vida del homo politicus. No hablo de los yonkies de la política. Me refiero a cualquier ciudadano de a pie. El que lee estos artículos. Y el que los escribe. El que se dedica a la filosofía y a la contemplación, pero también al que trabaja y tiene 5 minutos en el bar para tomar un café. El de arriba y el de abajo. El de un lado y otro. Así que abróchense los cinturones y disfruten.
