Desde la Conselleria de Presidencia, Coordinación de Acción de Gobierno y Cooperación Local, Rafel Covas coordina protocolos, formación y actuaciones preventivas que marcan el día a día de un servicio creado para detectar riesgos, combatir el acoso escolar y acompañar a las familias ante situaciones de vulnerabilidad.
"Detrás de cada caso hay familias que lo pasan muy mal"
Covas observa un dato con alivio: "Por primera vez desde la pandemia han bajado los casos de bullying en los que intervienen los policías tutores", afirma. Se refiere al curso pasado (2024/2025), del que ya disponen de un primer balance interno. "Fue lo primero que comprobé cuando tuve las cifras. Me preocupa especialmente porque detrás de cada caso hay familias que lo pasan muy mal. Y sí, comprobé que había un descenso significativo". Sin embargo, reconoce a este digital que las cifras definitivas las harán públicas el próximo mes de enero.
El coordinador explica que esta tendencia contrasta con el aumento de protocolos abiertos por los centros educativos por acoso escolar, pero aclara la diferencia: "Educación puede abrir más de 800 protocolos porque muchos se descartan, no todos son acoso real. Los que nos llegan a la Policía Tutor ya han pasado un primer filtro: esos protocolos suelen ser casos confirmados".
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Covas atribuye parte de esta mejora a un refuerzo preventivo: "El curso pasado aumentamos las horas de prevención en las aulas. Más talleres, más charlas, más presencia. Y eso se nota. La prevención permite detectar antes los problemas, cuando aún no han escalado".
Cuenta que él mismo participa en muchas sesiones: "Cuando llevas años trabajando en esto, notas enseguida si en una clase hay un conflicto. La prevención también sirve para identificar señales que aún no han llegado al centro educativo".
QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA LA POLICÍA TUTOR

La figura del Policía Tutor nació en Baleares y hoy es un modelo de referencia en España. "Nos basamos en tres ejes: prevenir, proteger y perseguir conductas delictivas", resume Covas. El programa coordina a 103 agentes en 64 municipios, y todos operan bajo protocolos únicos: "Aquí elaboramos los materiales, marcamos criterios y formamos a los policías. La clave es que Baleares funcione de forma homogénea".
Cada año realizan cerca de 5.000 actuaciones. Entre ellas, figura el absentismo escolar, que para Covas es una alerta relevante: "En ocasiones, a través de un caso de absentismo se destapa un caso de acoso. No siempre, pero ocurre".
"La violencia psicológica es más complicada porque es invisible"
El protocolo es claro: primero actúa el centro educativo y, si se confirman indicios de bullying, se deriva a la Policía Tutor. "Por eso la mayoría de nuestros casos son reales. Educación ya ha hecho la criba. Nosotros recogemos los indicios y lo trasladamos a Guardia Civil o Policía Nacional, y siempre a Fiscalía de Menores".
La intervención policial no tiene plazos: "No hay tiempos máximos. Cada caso es diferente. Seguimos la situación hasta que vemos estabilidad, hasta que cesa la violencia". Covas acepta que algunos episodios son difíciles de abordar: "La violencia psicológica es la más complicada. Es invisible.
RETOS VIRALES
Los retos virales se han convertido en uno de los fenómenos más influyentes -y más preocupantes- entre niños y adolescentes. Su difusión masiva a través de redes como TikTok, Instagram o YouTube provoca que comportamientos peligrosos se propaguen en cuestión de horas, impulsados por la necesidad de encajar, llamar la atención o sumar visualizaciones.
"Dar un móvil a un niño de primaria es una barbaridad"
Muchos de estos desafíos implican imitaciones físicas arriesgadas, agresiones simuladas o prácticas que atentan contra la integridad de los menores, que a menudo carecen de la madurez necesaria para distinguir entre ficción, riesgo real y presión social. Este auge, unido al acceso cada vez más temprano a los móviles, ha generado un nuevo frente educativo y policial que obliga a colegios, familias y cuerpos de seguridad a actualizar constantemente sus herramientas de prevención.

Covas muestra especial preocupación por el uso temprano de los móviles. "Dar un móvil a un niño de primaria es una barbaridad", sentencia sin rodeos. Añade que los retos virales tienen un impacto directo: "Son peligrosos para su integridad física e incluso para su vida. Los menores no distinguen si lo que ven es real o ficción. No tienen madurez".
"Nunca hemos conseguido que las familias acudan a las charlas: no responden"
Lamenta que las familias no estén reaccionando: "Hace años que intentamos acercarnos a los padres para explicarles los riesgos. Pero no responden. No vienen. Da igual quién convoque. Si no llegan, no podemos educar. Cuando educar es imposible, solo queda restringir".
El coordinador advierte de un fenómeno preocupante: "Los padres sobreprotegen tanto que acaban perjudicando a sus hijos". Y explica por qué: "He visto casos en los que los padres tapan todo, defienden al agresor a cualquier precio. Y ese niño crece pensando que siempre lo salvarán. Pero cuando cumple 14 años ya responde él ante la justicia. Y ahí papá y mamá ya no pueden hacer nada".
Sobre las familias que descubren que su hijo es el agresor, reconoce la dificultad: "Lo normal sería reparar el daño. Pero muchas veces no sucede. O incluso se anima a esconderlo. Por eso siempre aconsejo que los centros escolares actúen como mediadores, no las familias directamente, porque enseguida chocan".
MENSAJES CLAVE PARA LOS PADRES
Cuando se le pide tres ideas directas para las familias, Covas lo tiene claro: "Que dejen trabajar a los centros educativos, que no entreguen móviles a los niños de primaria y que no sobreprotejan. Porque así no ayudan; sino que les hacen daño. Con eso me conformaría".





