España como problema

En alguna ocasión oí decir a Josep Melià Pericàs, padre del actual vice-presidente del PI, que cuando, durante transición, alguien analizaba que el pueblo corría ilusionado hacia la democracia, otros puntualizaban que, realmente, el pueblo corría, pero huyendo para evitar la caída sobre sus cabezas del franquismo que se derrumbaba.

Hoy se vislumbra un proceso análogo. Iniciado con fuerza en en el Principat de Catalunya, ha cristalizado un cambio sociológico de huida del sistema, más que de ilusión por la meta.

El estado español no ha sabido, históricamente, asumir su real diversidad y, por contra, ha asumido un rol de uniformizador castellanista, despreciando y humillando a la riqueza de su potencial pluralidad.

Tras años de insistente desprecio a nuestra cultura, cada vez más ciudadanos de adscripción administrativa española nos sentimos ninguneados por el aparato estatal.

Esta insistencia en negar, e incluso combatir, desde las estructuras de estado cualquier pluralidad, tanto política, sociológica como cultural, ha creado la necesidad, de momento explicitada en el Principat de Catalunya, de reivindicar la identidad en una carrera por huir de la opresión más que de ilusión por la meta.

O España reconoce su riqueza basada en la diversidad, posibilidad que parece remota e incluso ya tardía, o irremediablemente cada vez seremos más los que no podremos sentirnos representados por una estructura que nos desprecia arrinconando a nuestra cultura y prohibiendo nuestros símbolos.

Seguiremos corriendo, no tanto por la ilusión de la meta, si no porque esta Espanya uniformizadora no se desplome sobre nuestra cultura y "terennar" o, para que lo entindran los del TIL, sobre nuestro "way of life".

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias