La tensión entre los médicos y el Ministerio de Sanidad no deja de crecer. La reforma del Estatuto Marco del personal sanitario, impulsada por la ministra Mónica García (Sumar), ha desencadenado una oleada de protestas en todo el país y una segunda jornada de huelga convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). En Baleares, el Sindicato Médico (SIMEBAL) se ha sumado al rechazo del borrador.
"El Estatuto Marco que plantea la ministra es malo para los médicos y para la sanidad pública", refiere Lázaro, ya que, según él, no aborda el principal problema estructural: la falta de profesionales. "Europa exige a España una actualización del marco legal que dé respuesta a los grandes problemas de la sanidad pública, y sin embargo, la ministra nos presenta un texto que no sólo no aborda la raíz del problema, sino que mantiene un modelo laboral discriminatorio para los 177.000 facultativos del sistema público, más los 40.000 residentes en formación", advierte.
"SIN MÉDICOS, NO HAY SANIDAD PÚBLICA"
Para Lázaro, el gran desajuste entre la norma vigente y la realidad sanitaria actual se resume en una frase: "Sin médicos, no hay sanidad pública", añadiendo que "ese déficit provoca listas de espera interminables, afecta a la seguridad del paciente y deshumaniza la relación médico-paciente".
"Todos sabemos que el problema es estructural: si no se reconoce la singularidad del médico ni se actualiza la jornada laboral, no vamos a captar ni fidelizar profesionales", sostiene el dirigente de Simebal. Seguidamente advierte que, si no se actúa, continuará el "autoexilio de médicos al extranjero o el traslado a la sanidad privada. Y en España faltan médicos en la sanidad pública".
MALESTAR "ABSOLUTO" EN EL COLECTIVO
El malestar en el colectivo médico, dice Lázaro, es "absoluto". Las dos jornadas de huelga del 13 de junio y 3 de octubre lo demuestran. "No hay mejor indicador que ese", apunta. Además, asegura que la mayoría de los consejeros autonómicos también rechazan el texto. "La ministra tiene frente a sí a todos los sindicatos médicos, a la mayoría de comunidades autónomas y al Foro de la Profesión Médica, que reúne a todas las organizaciones médicas del país".
Miguel Lázaro resume el sentir de toda una profesión: "Este Estatuto ni fideliza ni estabiliza; ignora la realidad de los médicos y pone en riesgo la sanidad pública. Si la ministra no se sienta a negociar, habrá más confrontación. La pelota está en su tejado". Asimismo, recuerda que la responsable del Ministerio —también médica de profesión— "ostenta el triste récord de ser la primera ministra médico a la que se le han convocado dos huelgas médicas".
UNA EXIGENCIA EUROPEA
El Gobierno justifica la reforma como una exigencia europea para reducir la temporalidad en el empleo público. Sin embargo, Lázaro considera que el cambio llega "más por presión externa que por convicción interna". "Europa advirtió a España de que no podía tener un 45 por ciento de personal sanitario temporal. Por eso obligó a estabilizar el empleo y a convocar oposiciones. Pero la temporalidad ha vuelto a crecer", explica.
A su juicio, el borrador presentado "no cumple los objetivos europeos ni mejora la atención primaria, ni la cobertura en zonas de difícil acceso, ni las condiciones laborales". "Después de 23 años de espera, teníamos una oportunidad histórica para hacer un Estatuto bueno para los médicos y para los pacientes, pero lo que ha salido es un bodrio, un guiso mal aderezado que no ha sido consensuado ni con las comunidades ni con la profesión médica", agrega
"ESCLAVOS DEL SIGLO XXI"
Entre los puntos más polémicos figuran las guardias, la sobrecarga y la doble jornada. Para Lázaro, el modelo actual es "injusto e insostenible. La jornada ordinaria debe ser de 35 horas semanales, y todo lo que se haga fuera debe considerarse jornada extraordinaria y pagarse como tal, con un 55 por ciento más que la hora ordinaria. Las guardias de 24 horas deben reformarse y computar para la jubilación".
Además, reclama reclasificar al personal médico dentro del grupo A1, recuperar la paga extra recortada desde hace 15 años y garantizar descansos suficientes. "Durante la pandemia murieron 125 médicos por falta de protección. Fuimos héroes entonces; ahora solo pedimos un trato digno. No podemos seguir siendo los esclavos del siglo XXI".
RIESGO PSICOSOCIAL Y DESGASTE EMOCIONAL
Lázaro subraya que la sobrecarga y el estrés médico no solo afectan al profesional, sino también al paciente. "Hay que cumplir la normativa europea sobre tiempo de trabajo y ajustar las ratios médico-paciente. Queremos poder ver a los pacientes con tiempo y calidad, y eso solo se consigue si la administración cuida y respeta a sus médicos".
Entre las medidas que propone: reforzar las plantillas, reducir las guardias y garantizar la conciliación. "Cuantos más médicos haya, menor será la sobrecarga y mejor la atención". Pese a la seguimiento masivo de las protestas, Lázaro deja claro que "a los médicos no nos gusta hacer huelga". "Sabemos que afecta a los pacientes. Pero cuando la administración no escucha ni negocia, no queda otra opción".
El presidente de Simebal defiende que esta movilización "no es solo por los médicos, sino por la sanidad pública de los 49 millones de españoles". "Para que un paciente esté bien cuidado, el médico también tiene que estarlo. Un médico agotado o maltratado no puede ofrecer la mejor atención. Si conseguimos más médicos en la sanidad pública, los primeros beneficiados serán los ciudadanos", zanja.
