El presidente de la Oficina Anticorrupción, Jaime Far, ha defendido, este miércoles, en la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales del Parlament, su gestión en la Oficina y ha insistido en que las supuestas irregularidades señaladas en el informe de la Sindicatura de Cuentas son "pequeños defectos formales causados por la falta de medios y materiales en los primeros momentos".
Far ha comparecido a petición de los grupos parlamentarios PSIB, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos, Més per Mallorca y Vox para dar cuenta sobre el informe de la Sindicatura de Cuentas, donde se constatan deficiencias sobre contrato de material y personal.
En su intervención, el presidente de la Oficina ha concluido que el informe de la Sindicatura no es un procedimiento administrativo sino de propuestas de mejoras, "que se han recogido y llevado a la práctica".
Asimismo, ha subrayado que no se ha podido constatar que la Oficina incumpla en los hechos ni el presidente con sus obligaciones. Far ha aseverado que, pese a las alegaciones planteadas por la Oficina a este informe, la Sindicatura "no ha cambiado nada".
"Se entiende que como son consejos de mejora no son recurribles, pero me debería dar una explicación de por qué no se aceptan las alegaciones", ha asegurado, para después concretar que "si fuesen recurribles ya estarían en el tribunal contencioso pertinente".