Siguiendo con la tradición del verano mallorquín, los reyes de España han ofrecido este domingo una recepción a las autoridades de las Islas y a una representación de la sociedad balear, en el Palacio de la Almudaina. Antes de entrar, eso sí, los monarcas han saludado uno a uno a los ciudadanos congregados en la primera fila del exterior.
La novedad este año ha sido la presencia en la lista de invitados de representantes de todos los colegios profesionales y de todas las denominaciones de origen del archipiélago y los correspondientes consejos reguladores, así como de la docena de galardonados en 2016 por el Govern con los premios que llevan el nombre de Ramon Llull, teólogo y filósofo mallorquín fallecido hace 700 años.
Quien ha declinado -de nuevo- la invitación han sido Podem -por no ser el lugar idóneo para trasladar los problemas sociales"- y Més, por su ADN "soberanista y republicano".
Estas declaraciones han provocado la crítica de la Fundación Círculo Balear, que ha considerado el gesto una "falta de respeto y altura institucional hacia el Jefe del Estado".
En una muestra de la progresiva apertura de los Reyes a la sociedad balear, los cerca de 450 invitados de este domingo superan a los 390 del año pasado, que a su vez ampliaron en un 35 por ciento el número de convocados el verano anterior, el primero de los nuevos Reyes, quienes sustituyeron por esta recepción la cena anual que ofrecían don Juan Carlos y doña Sofía a las autoridades de las islas.
Ya en la recepción, han podido departir con ellos de pie, en pequeños grupos, como ocurrió el año pasado, gracias a un protocolo que favorece la comunicación con todos los invitados, a diferencia de las tradicionales cenas.
Empresarios, sindicalistas, jóvenes valores, deportistas, ONG, representantes de colectivos sociales, servicios sanitarios y de emergencia e invitados del mundo académico, científico, cultural y de la comunicación, así como representantes de las distintas confesiones religiosas, han tenido también ocasión de conversar con los Reyes, además de las tradicionales autoridades políticas, consulares, judiciales, militares, policiales y de protección civil.
Junto a los abiertamente republicanos Huertas, Ensenyat y Salord y la presidenta balear, Francina Armengol, que tras la abdicación del Rey Juan Carlos defendió la necesidad de un referéndum sobre la continuidad de la Monarquía, han acudido a la Almudaina el alcalde de Palma, el socialista José Hila, y el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, de GxF.
Asimismo, han asistido a la recepción el comandante general de Baleares, Fernando Aznar, y responsables judiciales como el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Antonio Terrassa, y el fiscal superior, Bartolomé Barceló.
Juan José Hidalgo se encontraba entre los representantes empresariales y la escritora Carme Riera entre las figuras de la cultura balear invitadas a este encuentro con Felipe VI, la Reina Letizia y doña Sofía.
Los alimentos y bebidas que han compartido anfitriones e invitados eran también netamente baleares y procedían de Zaranda, el restaurante de Capdellà distinguido con dos estrellas Michelin por la cocina de autor del chef madrileño afincado en Mallorca Fernando Pérez Arellano, que combina una depurada técnica y la calidad de productos locales para sorprender con sus fusiones de sabores.
"Ostra Majórica" de remolacha y caviar, "Bombón de buey ahumado", "All i Pebre de pulpo" y "Espinagada de anguila y verduras" son algunas de las creaciones que han servido este año para mostrar el apoyo de los Reyes a los productores del sector agroalimentario balear y a los divulgadores de la gastronomía de estas islas.