Las fuerzas de seguridad han obtenido esta semana importantes éxitos en la lucha contra la venta ambulante de productos falsificados. La Guardia Civil ha detectado almacenes donde encontró una enorme cantidad de material falsificado por valor de más de diez millones de euros. La Policia Local de Palma ha actuado con eficacia contra los manteros que operan en el Casco Antiguo, consiguiendo que se lo piensen dos veces antes devolver actuar en las zonas más céntricas de la ciudad.
A los agentes municipales aún les resta otro difícil objetivo: intervenir con firmeza en la venta ambulante en la Platja de Palma, donde actúan 400 subsaharianos fuera de todo control, pero los pasos que se han dado hasta el momento son muy importantes.
Entre los éxitos de esta semana, destaca la acción de la Benemérita, que ha golpeado con profesionalidad en la línea de suministro a las redes de venta de productos falsificados. La necesidad de una acción de este tipo se había convertido en un clamor por parte de los responsables de las asociaciones de comerciantes, tal y como ha reflejado mallorcadiario.com.
Cabe aplaudir la diligencia de la Guardia Civil, de todos sus equipos de investigación y de acción. También se está notando la mano de su nuevo jefe, el coronel Jaume Barceló, gran conocedor de la psicología de los ciudadanos de Balears. Barceló sabe ver donde se encuentran los problemas que preocupan en cada situación concreta y establecer prioridades para resolverlos con brillantez. A sabido ir a la raíz del asunto en el momento más oportuno. Sin almacenes que son tapaderas de ilegalidades no hay suministro de mercancía y en consecuencia los manteros lo tienen mucho más difícil. Tal avance da mucha más confianza al comercio tradicional, cumplidor de sus deberes y pilar insustituible de toda sociedad desarrollada.
También Cort está demostrando muchos reflejos para afrontar el reto de la venta ambulante, tanto en el Casco Antiguo como en la Platja de Palma. Se acaban los tiempos en que la vena ambulante se desarrollaba prácticamente ante las narices de los agentes y funcionarios sin que pasase nada.
Lo importante ahora es no bajar la guardia y perseverar. Sin esta constancia será sólo cuestión de semanas que el problema se reproduzca. Por contra, si prosigue inalterable la presión sobre la ilegalidad, la venta ambulante de productos falsificados sufrirá un duro golpe, casi irrecuperable a corto e incluso medio plazo.
