Hay historias e historias. La de que Armengol no quiera colgar a Munar es extraordinaria. La actual presidenta del Consell, la socialista Armengol, ha encargado un cuadro de su antecesora, Maria Antònia Munar, para el salón de plenos de la sede de Palau Reial, hecho normal en las instituciones. Pero ahora el cuadro está en un almacén porque Armengol no lo quiere poner donde debe. Según la noticia publicada por El Mundo, no se trata de un olvido, sino de un problema de conveniencia política. Queda mal colgar un cuadro de una persona que está actualmente sumida en varios asuntos judiciales desagradables. Pero, en cambio, no queda mal ocupar el cargo que se debe a este partido, a estas personas, a estos apoyos. Por eso, cuando todo iba bien, se encargó el cuadro. Y cuando todo empezó a ir mal, el cuadro quedó en los almacenes, pese a haber sido pagado al precio que tocaba. ¡Cuánta hipocresía!





