Parece que el presidente Bauzá ha tomado buena nota de las reivindicaciones de las compañías aéreas, que piden más ayudas para no tener que salir de la isla y mantener un sector aeronáutico que crea muchos puestos de calidad y da prestigio. Matas consiguió que Air Europa estableciese su sede en Llucmajor, lo que fue un éxito que quizás se valoró poco en una situación económica mucho mejor que la actual, pero hay que buscar nuevas fórmulas para que las compañías quieran convertir Baleares en su centro de operaciones. Si se marchan de las Islas seguramente empezarán las lamentaciones de verdad.
