Aumentar la fiscalidad e incorporar los costes medioambientales a la gestión de residuos en los vertederos. Ésa es la solución que la mayoría de países europeos han seguido para conseguir aumentar la tasa de reciclaje.
Un reciente informe sobre la gestión de residuos hecho público por el Senado, advierte del problema que tendrá España para cumplir los plazos que marcan las directivas europeas al respecto de la disminución de residuos en los vertederos.
El informe incluye numerosas referencias al modelo de vertido que sigue vigente en determinadas comunidades autónomas y a sus costes ambientales, y saca a la luz una serie de recomendaciones ya aplicadas en otros país europeos para revertir la situación.
España, con sólo un 30% de reciclado (frente al 42% de media comunitaria), seguía siendo en 2012 el país que más toneladas de residuos llevaba a sus vertederos, básicamente porque es lo más barato. Países como Italia o el Reino Unido han conseguido invertir sus tendencias en cuanto a residuos, imponiendo cánones y aumentando la fiscalidad en los vertidos y bonificando el reciclaje.
Entre las recomendaciones del informe se recogen la incorporación de todos los costes asociados en el precio del vertido (desde el precio del suelo, construcción, explotación, y mantenimiento de la instalación durante los 30 años siguientes a su clausura) y el establecimiento de un canon disuasorio para el vertido que permita la creación de un Fondo que se revierta a los municipios para desarrollar medidas de prevención y reciclado.
Finalmente se establece una hoja de ruta para que en 2020 se prohíba el depósito en vertedero de ningún residuo que no provenga de los rechazos generados en procesos de reciclado o valorización.








