Titular principal del Diario de Sevilla del sábado pasado: “La burla de Mas al habla sevillana une al PP y PSOE”. El antetítulo de la noticia añade que “la alusión a que el castellano que se habla en Sevilla no se entiende provoca fuertes críticas”. “El ayuntamiento aprueba por unanimidad una declaración de rechazo a las palabras del dirigente catalán”. (La portada del periódico no dedica espacio alguno a que el ayuntamiento haya pagado, ese mismo día, unas facturas antiguas de luz eléctrica que evitan el corte de suministro a los semáforos e iluminación pública de la ciudad). Portada del sábado de La Voz de Galicia, el periódico de más difusión de esta región: la noticia más importante es para la nacionalización de sus cajas de ahorros, fusionadas y arruinadas de la mano; pero el segundo titular dice “Lluvia de críticas a Artur Mas por sus declaraciones despectivas sobre los niños coruñeses.” El subtítulo de la noticia dice “El presidente de la Generalitat se disculpa”. Faro de Vigo también lleva en portada que “Artur Mas se disculpa tras despreciar la calidad del castellano de los niños gallegos”. Faro de Vigo, que no se vende en Coruña, debe hablar de “gallegos”, porque si sólo fueran coruñeses no importarían. Observen el detalle de que en Sevilla la opinión de Mas sobre los niños coruñeses no interesa y, por su parte, en Galicia les da igual lo que se haya dicho del habla sevillana. No dejen de apreciar este contraste: el mismo día en que el Banco de España interviene dos grupos de cajas de ahorros catalanas, arruinadas igual que las gallegas, y que les costarán un dineral también a los niños gallegos y sevillanos, Mas pronuncia un discurso de consumo interno, muy interno, para calentar el ambiente, en el que hace una mención menor a dos cuestiones aún más menores, anecdóticas. Pero los jefes de las tribus sevillanas y gallegas no iban a dejar pasar esto e, incapaces de situar las cosas en su lugar, pero sabedores de que esto moviliza a un pueblo dormido, hacen como que se indignan. No han sabido evitar la quiebra del país, pero sí saben reaccionar con aire de señores ofendidos a unos comentarios de nula importancia, propios de Belén Esteban, diosa de nuestra cultura. Aquí sólo se trata de mirar el ombligo de nuestra tribu, de mostrar que estamos con los nuestros en esta batalla contra la agresión externa, que apoyamos a esos pobres niños gallegos o sevillanos que ni se han enterado de quién es Mas, que no leen la prensa, que ignoran cómo van estas cosas de la política, como para encima ofenderse. No será que no tengamos cosas serias por las que indignarnos, incluso sin salir de la agenda del mismo sábado. Pero esta tontería, ténganlo por seguro, sí que nos calienta.





